Luego de una lucha de varias semanas de los trabajadores químicos, que incluyó el bloqueo a todo el parque industrial por un piquete masivo de 1.000 compañeros, las patronales habían aceptado la conciliación obligatoria con los despedidos adentro. Pero cuando llegó la hora de pagar los salarios descontaron los días de huelga, contra lo dictado por el Ministerio en Provincia. Ante la falta de pago de los días caídos, las químicas volvieron a retomar la huelga, escalonadamente fábrica por fábrica.

En Papelera del Plata por su parte se están movilizando, ya que habían obtenido un aumento hace dos meses y ahora la empresa lo quiere absorber a cuenta de lo acordado en la paritaria Nacional. En Witcell sigue a toda velocidad el proceso de organización que se apoya en la existencia de muchos reclamos postergados.

El clima de agitación y lucha se extiende a los municipales. Después de un mes de paro de los municipales de ATE, el intendente Bernués intentó en la fecha intervenir el cementerio. En pocas horas el repudio masivo de la población ante esta medida antiobrera lo hizo retroceder, en medio de una crisis política con las distintas fracciones del PJ. El mismo intendente pidió ahora la conciliación obligatoria desandando los sumarios e intervención. El miércoles 3, los compañeros volvieron al trabajo y con un fallo que reconoce la legitimidad en las negociaciones del sindicato al que eligieron afiliarse los trabajadores.