Sindicales

29/4/2020

Ramón Chozas: radiografía del gremio gráfico

El taller Gráfico Ramón Chozas S.A, ubicado en Barracas, se suma a la larga lista de empresas que quiebran la cuarentena y atentan contra la salud y el salario de sus trabajadores.


 Valiendose de los grises del decreto presidencial en cuanto a las tareas exceptuadas, mantuvo su planta en funcionamiento. En principio convocando a sus trabajadores de manera voluntaria, para después convocar con carácter obligatorio bajo amenaza de despidos. Algo que se ha vuelto moneda corriente dentro del gremio gráfico, donde las patronales utilizan esta metodología para imprimir cualquier trabajo. Incluso los que están fuera de los considerados esenciales para esta pandemia.


 La patronal de Chozas les extendió a sus trabajadores un permiso para circular totalmente  “trucho", ya que el mismo dice que se dedican a la impresión de etiquetas de alcohol, alcohol en gel y alimentos, cuando en realidad se dedican principalmente a la impresión de papelería escolar y comercial.


A la violación del decreto también hay que sumarle la violación del protocolo de seguridad e higiene (que la misma cámara empresaria firmó junto a la Federación Gráfica Bonaerense).  En este punto la empresa incumple con las licencias de los compañeros que pertenecen a los grupos de riesgo, y tampoco garantiza los elementos de seguridad e higiene. En una muestra de desprecio total a los trabajadores, el departamento de Recursos Humanos les “sugiere” que cada uno lleve barbijo propio.


No se respeta el distanciamiento entre compañeros en los puestos de trabajo ni en los vestuarios que se encuentran superpoblados debido a no convocar sólo dotaciones mínimas como marca el protocolo.


Sin productos de higiene y de limpieza la salud de los trabajadores está en riesgo.


Como frutilla del postre, la patronal amenaza con no pagar el salario.


La directiva del sindicato se limitó a una inspección que no obstante las violaciones flagrantes aprobó los métodos de trabajo y condiciones de seguridad e higiene.


El gremio gráfico es zona liberada para las patronales que hacen y deshacen a su antojo: cierran, despiden, no pagan salarios, violan los protocolos de seguridad e higiene. Queda todo librado a las acciones aisladas que puedan realizar los talleres frente a sus reclamos. La directiva sindical no mueve un dedo en defensa de los trabajadores y saca comunicados en conjunto con la cámara empresaria ratificando “la responsabilidad social compartida por ambas instituciones en defensa de la salud y la vida de todas y todos”.  Una lavada de cara y un encubrimiento descarado a las patronales.


El gobierno cede a las presiones de las patronales y flexibiliza cada vez más la cuarentena. Se pone de relieve que tanto para el gobierno, como para la burocracia sindical y las patronales, la defensa del lucro capitalista es prioridad absoluta, incluso frente a la pandemia. Las suspensiones y el recorte salarial acordados recientemente entre la UIA, la CGT y el gobierno los pinta de cuerpo entero.


Frente a la violación de la cuarentena en todos sus términos en Ramón Chozas -o sea el funcionamiento a pesar de no estar habilitada  y la forma de producción desconociendo los protocolos de seguridad e higiene- se impone la convocatoria urgente a un asamblea general de trabajadores en la planta que discuta las acciones necesarias en defensa de los salarios y condiciones de trabajo frente a la pandemia.


Los trabajadores deben exigir que la patronal garantice los elementos de seguridad e higiene, respete la distancia entre compañeros en el proceso productivo y en los vestuarios, que se convoquen solo a las dotaciones mínimas, que se respeten las licencias para los sectores de riesgo (mayores de 60, embarazadas, trabajadores con patologías previas) y de los mayores al cuidado de menores en edad escolar, que se pague en tiempo y forma el salario.


 Ramón Chozas es un reflejo de la situación del gremio gráfico. La directiva  -lista Verde- no tiene nada para ofrecer a los trabajadores. Los gráficos debemos sacar todas las conclusiones. Necesitamos una nueva dirección combativa, antiburocrática independiente de las patronales y los gobiernos.