Sindicales
28/5/2015|1365
Rebelión antiburocrática en Apta
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delegado Hangar 4
El 21 de mayo será recordado como un día histórico en el camino de terminar con la burocracia de Cirielli en el gremio de los técnicos aeronáuticos.
La asamblea general convocada para elegir Comisión Electoral en las próximas elecciones fue un desafío repleto de obstáculos que los trabajadores debimos superar uno por uno.
De entrada, no se respetaron los cinco días que fija el estatuto para la convocatoria. Sólo la vigilia del activismo chequeando todas las secciones de la página del gremio hasta encontrarla, publicada tres días antes, permitieron una respuesta organizada. El horario no dejaba concurrir al turno tarde, pero era lo suficientemente temprano como para impedir la llegada a tiempo de quienes trabajando por la mañana debían viajar a Ciudadela desde Ezeiza o Aeroparque.
Coordinadamente, la patronal de Aerolíneas Austral envió una circular a los jefes con instrucciones precisas de prohibir ese día francos, permisos o cambios de turno, negando autorizaciones para ingresar más tarde o retirarse antes.
En los hangares de Ezeiza, el rechazo que generó esta intromisión directa de la empresa en la vida sindical provocó una crisis, incluso entre los delegados de la burocracia, quienes se vieron obligados a firmar una nota de repudio dirigida a la empresa. De inmediato se organizaron asambleas. El turno tarde, luego de una importante deliberación, votó concurrir al día siguiente al gremio, afrontando la posibilidad de sanciones por la ausencia al trabajo.
Frente a esto, la patronal retrocedió, pidiendo a los delegados una urgente reunión en la que se comprometía a justificar las inasistencias de aquéllos que participaran de la asamblea general. La asamblea del turno mañana del mismo día resolvió abandonar tareas para dirigirse al gremio. A la salida, un piquete conjunto de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y del SOM (sindicato de maestranza dirigido por Barrionuevo, aliado de Cirielli) nos impedía el paso.
En la sede sindical, tres horas antes del horario pautado, unas 300 personas ajenas al gremio, pero provistas de pecheras y banderas de Apta completaron rápidamente la capacidad del salón principal, impidiéndose luego el ingreso con una guardia de patovicas.
Finalmente, más de 500 técnicos logramos llegar a tiempo e ingresamos a la asamblea. Cuando se puso a votación la presidencia de la misma, el abucheo que recibió el candidato de la burocracia hizo notorio que perdería.
Al ver centenares de manos levantadas, apoyando a la candidata de la oposición y luego de intentar un conteo innecesario, Cirielli se retiró junto al resto de la directiva y el veedor del ministerio. Esta actitud seguramente buscó generar una reacción violenta que justificase la suspensión de la asamblea. En lugar de eso, más de 400 trabajadores seguimos sesionando con los delegados de oposición al frente de la misma.
Allí votamos un acta, la que luego de denunciar los hechos cometidos por la conducción del gremio y al veedor del Ministerio de Trabajo formulamos las siguientes exigencias: emplazar a la Comisión Directiva a fijar de inmediato una nueva fecha, en lugar más amplio, impidiendo la presencia de matones y barras bravas, garantizando el transporte a cargo de Apta para todos los afiliados y que se otorgue licencia gremial para concurrir a todo el que la solicite. Además se desconoce por falsa el acta labrada por el veedor.
Esta acta, firmada por más de 400 técnicos será presentada al ministerio y la Justicia laboral. La presencia y participación de los despedidos hace tres años, con la complicidad de la burocracia reafirmó el reclamo para que sean considerados afiliados de pleno derecho y con acceso a la obra social para ellos y sus familias.
Una sensación de victoria y de final de ciclo se respiraba dentro de la sede sindical. El Frente de Trabajadores Aeronáuticos, integrado por los mejores delegados y activistas, impulsando cada acción, se ha transformado en alternativa a una conducción agotada.