En el comienzo de un fin de semana largo, los docentes y estatales de educación bonaerenses (DGCyE y auxiliares) amanecieron con sus sueldos no depositados en el Banco Provincia. La situación provocó una reacción de lucha instantánea de parte de los trabajadores, bajo la desesperación de no contar con sus ingresos hasta el martes próximo. 

Desde las primeras horas de la mañana, docentes y estatales comenzaron a movilizarse a las dependencias estatales –consejos escolares y sedes del Banco Provincia- y a las plazas de las localidades, en el interior de la provincia y en el Gran Buenos Aires, en un clima creciente de rebelión, ante la pasividad de los gremios. En Lomas de Zamora hubo una represión cuando los trabajadores reclamaban en las puertas del Banco Provincia.

En los hechos, docentes y estatales fueron abandonando sus lugares de trabajo, bajo la forma de una retención de servicios, pero que fue asumiendo el desenvolvimiento de un paro no convocado (ni por el Suteba ni por el Frente de Unidad Docente). Aunque no fue para nada espontáneo: la respuesta de los compañeros es una viva expresión del estado de ánimo frente al gobierno hambreador y provocador de Vidal y de la disposición de lucha de docentes y estatales.

El crecimiento de la medida de lucha llevó a los gremios docentes (primero la FEB, luego el Suteba) a decretar recién al mediodía la “retención de servicios” sin concurrencia a los lugares de trabajo.

La bronca de los trabajadores de la educación está cimentada en el cuadro de retroceso del salario, congelado desde el 2017, sin paritarias, en medio del avance irrefrenable de la inflación. Lisa y llanamente, en la angustia para cubrir los gastos de las necesidades más elementales de las familias.

A la provocación de no pagar, el gobierno macrista le agregó la de acusar a los trabajadores de terroristas. Efectivamente, Marcelo Di Mario, director provincial de Consejos Escolares, acusó a los gremios de "generar caos y terrorismo" con la convocatoria a esa medida de fuerza.

Suteba, el FUD y ATE deben convocar ya a un paro activo de 36 horas 

Roberto Baradel y los dirigentes del FUD sólo se quejaron por la actitud de Vidal, pero ni amagaron a plantear un plan de lucha. “En estos momentos en que el dinero no nos alcanza, que nuestros salarios están congelados y que ni siquiera nos convocan a Paritarias desde hace más de 70 días, éste hecho significa un maltrato más al conjunto de la Docencia Bonaerense”, dice el comunicado de Suteba.

Baradel, Petroccini y Cía: los docentes le mostraron cómo se debe arrinconar al gobierno de Vidal, que en las primeras horas de la tarde salió a resolver el conflicto depositando los salarios adeudados: ¡Luchando! 

Suteba debe convocar a un plenario de delegados de escuela con mandato para aprobar un paro activo provincial de 36 horas con movilización a la gobernación, con continuidad, hasta que se reabra la paritaria y se establezca como reclama de palabra la dirección celeste, un aumento del 30 por ciento, ajustado por inflación.

Los “aplaudidores” de ayer, hoy son los campeones del Club de la Queja, pero resguardan la gobernabilidad de Vidal.

Los Sutebas muticolores están votando medidas de fuerza de no menos de 72 horas de paro de no inicio en el segundo semestre y un plan de lucha con continuidad.

¡Ese es el camino!