Dos Supervisoras Escolares de Nivel Inicial de la ciudad de Cipolletti fueron notificadas el jueves 15 de su separación del cargo. Se trata de una represalia por la intensa participación de las educadoras, durante los últimos años, en las luchas por la mejora de las condiciones laborales de los docentes y de los niños que asisten a las instituciones.

La separación intempestiva no tiene antecedentes en la ciudad, y se realiza por fuera de toda normativa legal. Tiene como único objetivo disciplinar a la docencia que lucha, en el contexto de un plan de lucha abierto a nivel provincial por la reapertura salarial.

La respuesta de los docentes fue inmediata, autoconvocándose en una asamblea multitudinaria en la recuperada UnTER Cipolletti. La misma resolvió unánimemente un paro con movilización para el lunes 19 de septiembre, reclamando la restitución inmediata de las compañeras.

Una resolución de esta índole, por parte de una seccional, rompe con las trabas estatutarias que suelen coartar las iniciativas de lucha de las seccionales combativas del gremio. El asunto pone en aprietos a la conducción provincial, de la agrupación Azul Arancibia, que debe dirimir si avala el paro o (como es habitual) le da la espalda a un reclamo legítimo de los docentes, privilegiando sus expectativas en el gobierno ajustador de Alberto Weretilneck.

La asamblea acordó exigir la realización de un Congreso Provincial de UnTER el martes 20 en Cipolletti, que debata cómo profundizar el plan de lucha iniciado a cuentagotas por la conducción provincial.

 La lucha abierta puede describirse como una verdadera rebelión docente. La agrupación Tribuna Docente forma parte activa de la misma y llama a una participación masiva en la jornada del 19.