Sindicales

20/4/2006|942

Rebelión hospitalaria


El anuncio de aumentos diferenciales para los médicos full-time, ha desatado una tormenta que está lejos de detenerse y que ha destapado la olla del sistema de salud santacruceño.


 


En todos los hospitales de la provincia se vienen realizando asambleas, seguidas en muchos casos de medidas de fuerza, quites de colaboración y movilizaciones. Las decisiones de esta rebelión masiva se toman en asambleas generales de los hospitales que han pasado por encima de cualquier dirigencia sindical y de cualquier encuadramiento. Tan impresionante y genuino es este movimiento que ha votado programas de lucha y entregado petitorios distintos según el hospital.


 


Lo primero que ha estallado es el sistema menemo-kirchnerista del arancelamiento hospitalario: a través de este sistema se impuso la privatización periférica de parte de los servicios y la flexibilización laboral a partir de la contratación de centenares de personas como monotributistas que cobran del arancelamiento y “facturan” por sus servicios. Entre ellos hay profesionales, pero también secretarias de médicos y hasta camilleros. En todos los hospitales se cuestionó el arancelamiento y su forma de distribución entre el personal. En algunos se reclamó el pase a planta permanente de los monotributistas.


 


En Río Gallegos 300 personas acompañaron la entrega del petitorio y marcharon desde el Hospital a la Casa de Gobierno, en una acción inédita.


 


El gobierno reaccionó despidiendo a tres médicos, a los que tuvo que reincorporar porque una masiva asamblea en Gallegos amenazaba con parar el Hospital.


 


Se han abierto negociaciones y se está apretando a los activistas, especialmente a médicos que siempre fueron allegados al gobierno y han jugado ahora un papel destacado en el reclamo.


 


Aumentos equitativos para todo el personal y pase a planta de todas las formas de contratados y tercerizados, son el centro de un conflicto que recién empieza, y que viene a cuestionar el “modelo K” en el tema salud.