Sindicales
30/4/2020
Rechacemos la extorsión y los aprietes en Latam
Ni rebaja salarial ni despidos.
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La Pista
La empresa Latam acaba de anunciar un plan de retiros voluntarios y suspensiones sin goce de sueldo: un nuevo apriete destinado a forzar la aceptación de una rebaja salarial del 50%, que viene imponiendo en todas sus filiales de América Latina. Se trata de una oferta agresiva que apenas supera la indemnización legal y encima en especies (pasajes hoy devaluados), con la cual demuestran su propia contradicción ya que hay dinero para pagar indemnizaciones a todos los que las soliciten pero no hay, según ellos, liquidez para pagar los salarios.
En la última negociación, la burocracia planteó que el Estado asuma el costo restante de los salarios. Pero sucede que siendo una actividad altamente calificada, riesgosa e insalubre para tripulaciones y técnicos, el tope de $33.750 representaría entre un 15 y un 20% de los ingresos de bolsillo. Aún si así fuera no está claro que la empresa pague los ítems por tarea específica que no se cobran si no se trabaja y que constituyen casi el 60% de la masa salarial total. Además, la patronal avisó que va a descontar el impuesto a las ganancias. Por último Latam se niega a mostrar los números de su “crisis”, y como supera el techo de 800 empleados que fijó el gobierno para hacerse cargo de parte de los salarios, lo que hace ilusoria esta salida planteada por las burocracias del sector.
Un escenario de bancarrota internacional
La caída bursátil a partir de la pandemia superó el 50% en casi todas las líneas aéreas, aeropuertos y sitios de venta de paquetes turísticos. Pero no ha sido más que la aceleración de un derrumbe que venía acompañando desde hace años el escenario de recesión y guerra comercial.
Así como los Estados decidieron atacar los derechos laborales y jubilatorios en todo el planeta, el negocio aerocomercial se concentró en las low cost, que nacieron destruyendo todos los derechos adquiridos, operando al límite de las normativas de seguridad. Esta crisis dio lugar a quiebras y fusiones de las líneas tradicionales como Iberia con British, o a estatizaciones capitalistas (Alitalia, Aerolineas Argentinas). American Airlines por ejemplo, hoy rescatada por Donald Trump, superó su bancarrota en 2012, luego de 11.000 despidos. La pandemia encontró al negocio aéreo ya al borde de la quiebra, como el conjunto del régimen social capitalista.
El caso Latam: ¿quiebra o vaciamiento?
Desde su fusión con TAM (2010), LAN avanzó sobre las líneas regionales menores pagando coimas a funcionarios, diputados y dirigentes sindicales de siete países. En Argentina, Ricardo Jaime exministro de Transporte de Kirchner está procesado en esa causa. Así logró imponer nuevas normativas de seguridad para Latinoamérica (normas RAC), flexibilizando tareas con sus programas de mantenimiento (Maintenix), utilizando aviones de otros países con tripulaciones locales para eludir las legislaciones laborales. Sólo en multas por estos hechos de corrupción Latam ha pagado casi 450 millones de dolares.
A pesar de haber generado el holding aéreo más grande de América Latina "desde que en 2010 la chilena LAN anunció su fusión con la brasileña TAM, la aerolínea redujo sus ganancias muy cerca de la mitad y prácticamente cuadruplicó su deuda […] pasó de una ganancia de 300 millones de dólares (2010) a un total de 190 millones en la misma moneda (2018). El nivel de deuda, en tanto, ascendió de los u$s 3.000 millones (2010) a los actuales u$s11.000 millones […] Desde que se concretó la fusión, los papeles de Latam perdieron más del 50 por ciento de su valor" (iprofesional 19/9/2019). Esto le costó la cabeza a Ignacio Cueto, su CEO por 25 años.
En Argentina Latam viene reduciendo hace años su anticuada flota, escalas y frecuencias sistemáticamente. Hace 2 años cerró el call center como parte de la desinversión en el traslado de pasajeros dentro del país, pasando del 24 al 16% de su presencia en cabotaje. Paralelamente amplió el servicio de cargas (más rentable) y el internacional, utilizando escalas en Córdoba, Mendoza y Tucumán.
Con un centenar de afectados por Covid-19 en su grupo, la pandemia es apreciada por Latam como una oportunidad para descargar su crisis sobre los trabajadores. Como bien plantea en el comunicado que acompaña la "oferta" de retiros voluntarios, su objetivo es "Proteger la caja", "reajustar el tamaño a la demanda" y "aprovechar la crisis". Al mismo tiempo viene reclamando el rescate estatal en todos los países donde opera. Un objetivo improbable considerando que los países latinoamericanos, a diferencia de Estados Unidos y Europa, están muy lejos de tener cajas para financiar quiebras ajenas. Ni siquiera en Chile Piñera -expresidente y accionista de Latam- accedió al pedido de rescate del gobierno.
¿Futuro low cost?
El capitalismo se orienta a una destrucción masiva de fuerzas productivas y de capital sobrante. Si Latam ya no tenía resto antes de la pandemia, ahora está condenada a lo sumo a transformarse en subsidiaria menor de los grandes jugadores. La norteamericana Delta, líder en cabotaje, ya desembarco en octubre comprando el 20% de sus acciones.
Con todo, la amenaza mayor proviene del gigantesco grupo de inversión norteamericano Indigo Partners, dueño de Jet Smart, que ya casi iguala a Latam en su porción de mercado argentino. Este grupo inició sus operaciones en Chile en 2017 comprando 400 aviones nuevos a Airbus y 50 más en 2019.
Jet Smart se autodenomina "ultra low cost" y ha llegado a ofrecer hace un año cinco mil pasajes a un peso. Compró las operaciones de Norwegian y va por todo. Un escenario que afectará a todos los trabajadores aeronáuticos empujados a perder derechos convencionales y salariales.
Las burocracias aeronáuticas están divididas en esta pelea de buitres entre los que apoyan la rebaja salarial en Latam o los que alientan su quiebra, ¿en beneficio de Jet Smart?
Las patronales aeronáuticas y aeroportuarias de todo pelaje quieren utilizar la cuarentena y la lógica inquietud de los trabajadores para imponer un retroceso histórico en nuestros derechos.
Defendamos nuestro futuro
Los aprietes en Latam no están teniendo el éxito esperado. La patronal acaba de anunciar que se firme o no la aceptación de la rebaja salarial esta se producirá para todos, destruyendo el argumento que presentaba las cosas como un acuerdo individual entre la empresa y los trabajadores.
En estos años la patronal ha logrado fracturar la organización sindical gracias a la cooptación de una parte de la burocracia aeronáutica que formó sindicatos de empresa divisionistas como Upal (pilotos) y Ustara (Técnicos), que hoy son punta de lanza de la extorsión. Aun así fracasan y en las reuniones virtuales que realizan son repudiados por los trabajadores.
Claro que hay una salida. Que la crisis la paguen ellos. Que Latam abra sus libros a una comisión de trabajadores electos democráticamente, para ver en que se gastan sus enormes ganancias. Si no pueden seguir operando que sea estatizada incluyendo la totalidad de sus negocios, sin retribución alguna y puesta a funcionar bajo el control de sus trabajadores, dentro de un único sistema estatal de navegación aérea. Si se excluye la voracidad empresaria y se pone a los trabajadores aeronáuticos al mando, se podrá brindar un servicio a la necesidad de las mayorías populares.
Para que ello ocurra debemos intervenir. Desarrollemos una amplia campaña de apoyo a los trabajadores de Latam. Realicemos asambleas virtuales organizándonos sin distinción de gremios para derrotar este ajuste en una lucha unificada.