Esta semana se produjeron 48 despidos en la Fundación Favaloro. La decisión la tomó el directorio excusándose en una supuesta falta de recursos para seguir manteniendo a todo el personal. 

Como respuesta, el día jueves al mediodía se realizó una asamblea que definió pasos a seguir y en el día viernes se realizó una nueva asamblea con cese de actividades. Se mantuvo solo una guardia mínima y se realizó un corte de la calle Belgrano, del cual participaron miembros del sindicato de la Sanidad (Atsa Buenos Aires) y trabajadores y trabajadoras del establecimiento. 

El sindicato emitió un comunicado en que denuncia restricciones presupuestarias del gobierno en Pami y Ioma, así como un escenario crítico del sistema de salud. El directorio empresario dice haberse visto afectado por esas medidas, pero no hay acceso a sus libros contables como para poder corroborarlo, así como para saber qué sucedió con las enormes ganancias que han venido teniendo durante este tiempo. Atsa reclama también que “se establezca un espacio donde discutir y resolver esta situación crítica”, pero no menciona medidas de lucha a seguir. 

Los despidos de la Fundación Favaloro se suman al vaciamiento del Centro Gallego, la intervención del Hospital Español, los despidos en Vittal y la situación de laboratorios donde los trabajadores no cobran su sueldo en tiempo y forma o lo hacen de forma incompleta. 

Frente a un cuadro de ajuste, inflación y despidos, los trabajadores de Sanidad debemos intervenir para derrotar el plan de guerra contra los trabajadores. Desde este lugar es necesario revertir la situación de los despedidos, con un plan de lucha hasta la reincorporación. 

Si el directorio se excusa en que tiene pérdidas, que abra sus libros y blanquee la situación a todos los trabajadores. Que se realicen asambleas por turno para sumar a la totalidad de los compañeros no despedidos de las tres sedes. Atsa tiene que abrir la deliberación en todos los establecimientos, para votar un plan de lucha contra los despidos y el ajuste y contemplar la posibilidad de la ocupación del establecimiento si no hay respuesta. Ningún trabajador afuera.