Sindicales

28/9/2000|682

“Recuperemos los sindicatos apoyando las luchas”

Secretario General de la CGT San Lorenzo

“La burocracia sindical teme a las masas”

 

Compañeras y compañeros

 

Para nosotros es un honor cerrar un acto de estas características. Si bien hace meses que venimos impulsando esta “Carta Abierta al Movimiento Obrero”, en ningún momento pensamos que iba a tener la adhesión que tuvo y que además iba a terminar en este acto tan importante.

 

Después de haber escuchado a tantos compañeros hablar en el día de hoy, uno comienza a sacar algunas conclusiones. Y comenzamos a entender que cada uno de los compañeros, tanto activos como desocupados, han comprendido claramente la crisis que vive hoy nuestro país. Dos años de recesión. Es en este marco, compañeros, que se ha destruido una inmensa fuerza de los sectores productivos. Miles y miles de trabajadores han sido expulsados, principalmente en estos últimos años.

 

En este marco, además, tuvimos que soportar este hecho de podredumbre que han marcado los sobornos en el Senado para la aprobación de la ley de Reforma Laboral. Nosotros veníamos exigiéndole a toda la dirigencia del movimiento obrero a nivel nacional el plan de lucha que, además de continuar con aquellos parazos del 5 de mayo y del 9 de junio, llevara adelante otra medida de fuerza para derogar definitivamente la Reforma Laboral. Y empezamos a comprender, escuchando a cada compañero, por qué no ha venido la huelga que exija la derogación de la reforma laboral. Esta tregua responde no sólo a un pacto sino al enorme temor que el paro del 9 de junio les impuso a los dirigentes nacionales de todo el movimiento obrero. Se cagó Moyano, se cagó De Gennaro y se cagó Daer. Este es el gran problema.

 

Después del 9 de junio comprendieron, compañeros, lo que estaba pasando en toda la clase obrera de nuestro país. Lo que pasaba en Jujuy, lo que pasaba en La Pampa, lo que pasaba en Misiones, en Córdoba, en Santa Fe, en Buenos Aires. Y eso, compañeros, les generó temor. Y ese temor los llevó a esta tregua. Alguno de ellos, y no los tres –también hay que tener en claro estas situaciones–, va a un proceso más profundo con la tregua, que es la concertación con el gobierno, llámese Daer y llámese De Gennaro. Otros van a la tregua solamente, con intenciones de concertar, pero es imposible que con la política que han tenido hasta este momento puedan concertar algo con el gobierno, que necesita profundizar aún más el plan de entrega y miseria.

 

En esta crisis enorme, cada sector va a intentar jugar y que la jugada lleve a que la crisis salga a su favor. Por un lado los banqueros, proponiendo la dolarización; por otro lado, los sectores productivos, inflingiéndonos más derrotas, más flexibilización laboral, más reducción de salarios; pero como eso no va a alcanzar, van a ir a la devaluación. Y nosotros, compañeros, tenemos la obligación de tener nuestra propia salida. Desde la clase obrera, la única clase capaz de convocar en torno suyo a todos los explotados y desposeídos de la Nación, con un programa que reivindique el salario, que reivindique los convenios colectivos, las paritarias libres, la salud, la ciencia, la educación, con un programa liberador, sólo así podremos encontrar una salida que confronte contra las salidas que proponen los banqueros por un lado y las ‘fuerzas productivas’ por el otro.

 

Compañeros, en este análisis de situación, tenemos un camino que recorrer. Lo primero es imitar el ejemplo de los compañeros del Pescado, que nos demostraron, pese a todos los agoreros que hablan de las CGTs paralelas, de los gremios paralelos, que se pueden recuperar las organizaciones obreras, que se las pueden limpiar de traidores, que se las puede poner al servicio de la clase. Lo han hecho los docentes de La Matanza acumulando fuerzas y derrotando a la dirección del Suteba en una elección histórica en el mayor distrito del Gran Buenos Aires. De otra manera lo han hecho los compañeros del Pescado. De una y otra, es posible y es necesario que recuperemos las organizaciones obreras de manos de los traidores.

 

Desde ese camino de recuperación de las organizaciones obreras, uniéndonos a todas las luchas, pero no sólo para ir y decirle al compañero que está luchando “te venimos a traer la solidaridad” sino “venimos a pelear con vos y venimos a debatir con vos el programa que nosotros levantamos como solución de la clase obrera para el pueblo y para la nación”.

 

Porque, compañeros, muchos son los que luchan. Pero hay muchos también de los que luchan, compañeros, cuya política es netamente patronal, que no tienen independencia de clase. Y nosotros, nuestra solidaridad tiene que estar basada en ir y tratar de que esa lucha, a través del debate con todos los compañeros, logre la independencia de clase para levantar el programa que nosotros levantamos, que es el programa de la clase trabajadora argentina.

 

Como tercera medida, compañeros, tenemos que organizar todos estos congresos y este Congreso de bases que nosotros venimos planteando en la “Carta Abierta al Movimiento Obrero” en cada región, en cada provincia. Yo la escuchaba a la compañera de La Matanza que decía que estamos trabajando y cada vez en mejores condiciones para arrancar el Congreso de delegados de base. Pero también enseguida me vino a la memoria, y para comentárselo a todos los compañeros, que tenemos que tener claridad en todas las jugadas que la burocracia nos hace. Aquí están algunos compañeros míos de docentes de Santa Fe, de Amsafe. Allí, tanto repiquetear con el Congreso de delegados de base, la directiva provincial convocó a un Congreso de delegados de base. Lástima que no era resolutivo; era un congreso informativo. Entonces, como experiencia, hay que exigirles también que esos congresos de delegados sean resolutivos. Es la única manera de ir rompiendo todo el cerco que la burocracia sindical nos va armando.

 

Nosotros estamos preparándonos para el 28 de este mes llevar adelante nuestro encuentro en Rosario. Sólo así, con encuentros, con plenarios, con actos, que vayan a fondo con el Congreso de delegados de base, vamos a ir imponiéndolo. Porque, compañeros, hay muchos que esperan que larguemos ya una fecha del Congreso. Otros que esperan que armemos una mesa nacional. Les digo, compañeros, que nosotros no tenemos ganas, porque no tenemos tiempo, de juntarnos a debatir solamente. Queremos que cuando nos sentemos nacionalmente, estemos en condiciones de sacar y llevar adelante un plan de lucha. Si no hay plan de lucha, y si para esto el Congreso de delegados de base no se lleva adelante en cada región, en cada provincia, y venir con el mandato para cumplir el plan de lucha, de nada serviría convocar hoy al Congreso de delegados de base. Por eso digo: ésta es la tercera tarea inmediata que tenemos que llevar adelante. Construirlo desde la base. Calentarlo desde la base a ese Congreso de delegados. Como les arrancamos esos paros del 5 de mayo y del 9 de junio, calentándolos desde abajo, también hay que calentar este Congreso de Delegados. Sólo así compañeros vamos a lograr llevar adelante ese Congreso, donde, además de contarnos las penas y las situaciones que vivimos cotidianamente, podamos elaborar y llevar efectivamente adelante un plan de lucha. Compañeros, los convoco a seguir luchando, a elaborar estos trabajos regionalmente, a imponer el programa que reivindicamos, exigiendo plan de lucha nacional. Ni tregua ni concertación, lucha prolongada. Es posible que si peleamos, si vamos a fondo, si cortamos las rutas, si tomamos las fábricas, derrotemos a este gobierno y le impongamos la salida que los trabajadores y el pueblo merecen. Gracias compañeros.