Reformas antiobreras del FMI: otro capítulo del pacto colonial con los bonistas

El gobierno prepara la reforma laboral y jubilatoria.

Camioneros firmó un acuerdo salarial por debajo de la inflación pronosticada

El acuerdo alcanzado con los acreedores internacionales es producto de un recule permanente del gobierno. El resultado de la “negociación” parió un nuevo pacto colonial.

Para “convencer” a los bonistas, el gobierno desplegó una larga lista de medidas de ataque a los salarios, condiciones de trabajo y jubilaciones. Por otro lado, se colocó a la cabeza del ranking regional de austeridad al destinar una parte muy reducida de recursos para afrontar la pandemia en relación con otros países de Latinoamérica. No es un dato menor, cuando la Argentina escala posiciones entre los países del mundo con mayor cantidad de contagios de Covid-19 y crece el número de defunciones.

Esta austeridad, que tanto reclama el FMI, recayó particularmente sobre los trabajadores y la vemos reflejada en las tres cuotas de 10.000 pesos para los cinco meses que van de cuarentena, en el caso del IFE, así como en un escaso refuerzo presupuestario al sistema de salud que ya está colapsado. Para ser precisos, la mayor parte de los recursos volcados en el marco de la pandemia fueron a los bolsillos capitalistas en forma de subsidios de diverso tipo.

Las reformas

Si el pacto colonial de la deuda fue el primer plato que se comieron los bonistas, el gobierno prepara el segundo plato de reformas que pide el FMI que, de todas maneras, los capitalistas ya vienen degustando. La reforma laboral y jubilatoria, tareas inconclusas del macrismo, son de la partida de los Fernández.

La cuarentena aceleró una serie de medidas de ataque a las condiciones de trabajo, los convenios colectivos, los salarios y el aguinaldo, que la UIA, las diferentes cámaras patronales y el FMI quieren instaurar como la “nueva normalidad”. En este aspecto, la burguesía no tiene puntos de divergencia.

El gobierno no solo estableció de hecho el congelamiento de las paritarias desde el comienzo del aislamiento obligatorio, sino que sostiene el congelamiento salarial en estatales y docentes.

El 0% firmado por Ctera no sólo genera un fuerte repudio en la docencia, sino que incluso fue el detonante de conflictos con medidas de fuerza de los gremios docentes en varias provincias, donde pretenden sostener el congelamiento salarial, mantienen deudas salariales o pagaron el aguinaldo en cuotas.

Por otra parte, la embestida contra las jubilaciones docentes y estatales de Córdoba y Entre Ríos son la punta del iceberg de los objetivos de fondo del gobierno, contra los regímenes especiales de jubilaciones de diferentes provincias, entre ellas Buenos Aires, para saquear sus cajas para garantizar los pagos de deuda y seguir subsidiando al capital.

La cuarentena abrió las puertas para una reforma laboral de hecho, que la burguesía intentará consolidar sector por sector y convenio por convenio.

La reciente ley de Teletrabajo se inscribe como una de las profundas embestidas contra las condiciones de trabajo. La ley establece el trabajo a destajo y permite a las patronales quebrantar la optatividad por parte de los trabajadores, recurriendo al argumento de fuerza mayor, entre otros aspectos desfavorables para los trabajadores. No está de más aclarar que esta regulación entrará en vigencia 90 días después de que finalice el aislamiento obligatorio, dejando zona liberada por tiempo indeterminado para la superexplotación de quienes realizan teletrabajo debido a la cuarentena.

En el sector privado, si bien se han firmado nuevos acuerdos paritarios, aunque en su enorme mayoría a la baja, la reforma laboral está en la agenda de toda la burocracia. Daer ya señaló que no puede ser el punto inicial de un diálogo con las patronales y el gobierno, dejando entrever que será parte de alguna negociación de algún tipo.

Por su parte, Camioneros acaba de sellar un 30% de aumento anual y en cuotas, recibiendo la última en abril de 2021 y con una clausula de revisión en febrero. Se suma así a otras paritarias firmadas recientemente, como la de bancarios, que cerró en un 26% para 2020, siendo porcentajes que están por debajo de la inflación estimada y sin clausula gatillo en un marco de posible disparada inflacionaria. Estos acuerdos fueron firmados sin consulta ni intervención de los trabajadores de estos gremios.

Los sectores sindicales que formaron el 21F en 2018 y constituyen el núcleo más cercano al kirchnerismo al interior de la interna cegetista, se han pronunciado en favor de la reforma laboral por boca del diputado del Frente de Todos, Facundo Moyano.

A la burocracia sindical la une el pacto social antiobrero

La búsqueda de la unidad de la CGT volvió a resonar. Lo reclama el propio Fernández, con el objetivo de que todas las corrientes de la burocracia sindical pongan las huellas digitales en el pacto social. Por otra parte, diferentes sectores de la burocracia se pronunciaron por avanzar en la unidad, como lo hizo recientemente Sergio Sasia, de la Unión Ferroviaria.

Aunque no parece inminente que los Moyano, Palazzo y Barrionuevo se reintegren a la CGT que lidera Héctor Daer, la mentada “unidad” equivale a conseguir una silla en la mesa del pacto social y tiene por principal objetivo reforzar los aparatos de contención social en el seno del movimiento obrero en un cuadro potencialmente explosivo. Los chispazos de Máximo Kirchner con Héctor Daer, alfil de Fernández, si bien reproducen la interna oficialista, expresa las disputas de los diferentes sectores de la burocracia para no quedar afuera.

Hugo Yasky, con las mismas intenciones, invitó a su “compañero” Alberto a abrir el plenario nacional de la CTA, sin disimular su profundo grado de integración al gobierno. Por su parte, los centroizquierdistas, que también quieren un lugar en la mesa de la conciliación, vienen de sufrir un desplante con el recule del gobierno por Vicentin y ahora a través de uno de sus referentes, Daniel Yofra, de Aceiteros, le reclaman explicaciones sin ruborizarse del papel triste que han jugado.

El pliego patronal se completa con subsidios y exenciones

La extensión del ATP por varios meses es parte del pliego que vienen reclamando las patronales, que viene beneficiando a 300 mil empresas y pagando el salario de casi 3 millones de trabajadores con fondos de la Anses, un saqueo multimillonario. Pero el reclamo patronal se extiende a créditos subsidiados y rebajas impositivas, entre otros beneficios.

Si bien el acuerdo con los acreedores abriría la posibilidad de endeudamiento externo a los capitalistas del país, la exigencia de rebaja impositiva choca con las exigencias del FMI de achique del déficit fiscal. Entre otras cosas, los industriales reclaman la eliminación o rebaja de las retenciones al valor agregado que subió Macri en 2018.

Lo que está haciendo Techint en Siderca, Siat y otras plantas resume lo dicho hasta acá, pero fiel a su “estilo”, hace punta con una ofensiva brutal contra sus trabajadores. Paolo Rocca, que rechazó el ATP para fugar divisas sin trabas de ningún tipo, anunció que pagará el 50% de los salarios y despidió 200 trabajadores contratados el 31 de julio. Mientras, amenaza con despedir hasta 1.000 metalúrgicos solo en Siderca y reclama beneficios crediticios  para exportar, así como exenciones impositivas, según comentan los propios miembros de la UOM Campana. Con este plan largó un lock-out en su planta mencionada de Campana y en Siat Tenaris Valentín Alsina.

Un cuadro condicionado por la crisis industrial y las respuestas de lucha

El millón de despidos estimado para 2020, el derrumbe industrial con miles de quiebras, la inflación que sigue carcomiendo los salarios, el coronavirus que no deja de expandirse en los lugares de trabajo y el hambre que no afloja plantean un escenario de muchos conflictos en esta etapa, y las luchas recientes ponen de manifiesto que los trabajadores no van de rodillas al matadero. A la lucha docente, de Latam, de los repartidores, del Sutna, del Frente de Lucha piquetero, se suman las recientes movilizaciones y acciones de trabajadores de la salud por insumos y aumento salarial y de los metalúrgicos de Siat Tenaris, que realizaron una asamblea permanente de varios días contra el hachazo salarial, entre otras.

El Plenario Sindical Combativo realizará un plenario nacional el próximo 12 de agosto con el objetivo de abrir un curso independiente en el movimiento obrero, frente a la parálisis de todas las variantes de la burocracia sindical que están integrada al gobierno.

https://prensaobrera.com/politicas/el-acuerdo-por-la-deuda-externa-es-un-nuevo-pacto-colonial/