Al desmantelamiento que se perpetró contra ELMA se ha sumado el Decreto 1772/91 que autoriza el cese de Bandera “Provisoria” de todos los barcos (privados y estatales).

Esto significa la anulación de los impuestos a la comercialización por transporte marítimo (12%) y al Fondo de la Marina Mercante (2%) que servía para el financiamiento de la construcción de barcos. También se pierden las rutas de navegación que quedan en manos de empresas multinacionales y que pueden imponer sus precios.

Pero lo esencial de esta maniobra es joder a los trabajadores del puerto, ya sean marítimos o portuarios, porque significa introducir a fondo la ley de “flexibilización laboral". De esta manera desaparece la relación de dependencia a cambio de contratos, con lo que se pierde el régimen de francos compensatorios y la reglamentación laboral. Se imponen normas de superexplotación al no especificarse las tareas, no hay horarios de trabajo y las empresas tienen el derecho de elegir la bandera que más les convenga para la contratación de mano de obra. Por eso las empresas elijen las de los países inventados por el imperialismo como Panamá y Libe- ría que se rigen por reglamentaciones laborales totalmente patronales.

Con este objetivo ASTRA PETROLERA, SHELL CAPSA, ESSO, BOTOQUIS, etc. han comenzado a despedir o presionar a los marítimos para que acepten el 50% de las indemnizaciones o acepten licencia por dos años sin goce de sueldo. Compañeros no dejemos que nos trampeen, no permitamos que pasen estos métodos antiobreros, organicemos asambleas de trabajadores por empresa y exijamos al Gremio la Asamblea General.