Sindicales
8/7/1987|189
Atsa
Reguero de luchas en los hospitales y sanatorios, mientras los burócratas dicen que las bases no quieren luchar.
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Uno de los “geniales” argumentos esgrimidos por la Directiva de ATSA para justificar su parálisis es que “las bases no quieren luchar”. Los dos bloques que codirigen ATSA (los peronistas de Darío Pereyra y los izquierdistas del ex-Frepu) suscriben esta afirmación con las dos manos.
Los trabajadores del Francés han demostrado, una vez más por si hiciera falta, la falsedad cínica de la afirmación de la Directiva.
El sostenido reclamo de un aumento de emergencia de ₳ 100, la realización de dos asambleas generales en el lapso de 48 horas (pese a las presiones y las patoteadas de la patronal y la burocracia), el repudio a las maniobras patronales (una hora antes de la primera asamblea apareció un anuncio de que. se pagaría un premio por puntualidad y asistencia que fue rechazado} y el masivo paro de los trabajadores de Terapia en reclamo del pago de sueldo y aguinaldo (la patronal tuvo que pagar el sábado a las 3 de la madrugada para levantar el paro), demuestran el gran espíritu combativo de los trabajadores del Francés.
Pero no son sólo ellos: el Gallego, en Química Estrella, el Mitre, el Otamendi y, sobre todo el Liniers, protagonizaron en las últimas semanas un vasto reguero de luchas.
La seguidilla de conflictos es un dedo acusador sobre la Directiva que deja que los compañeros se pudran en el aislamiento y se niega a unificar los conflictos en un plan de lucha de ATSA.
Mientras tanto, siguen acusando de su ineptitud a los trabajadores