Sindicales

22/9/2022

Reincorporación ya en VN Global

Entrevistamos a Daiana Corbalan, que se encuentra luchando por su reincorporación.

VN Global.

El viernes 9 del presente mes, Daiana Corbalán fue despedida de Vn Global, una empresa que se dedica a brindar servicios de atención al cliente para diferentes multinacionales, consolidada en la tercerización de servicios de cobranza mediante call centers. La empresa figura desde el 2019 como propiedad de Prosegur Cash, una multinacional española que se rige bajo convenios de contratación muy precarios. Es así como “Vn Global” hoy en día está generando despidos de manera arbitraria, perjudicando y dejando a lxs trabajadorxs en una situación de extrema fragilidad.

¿Por qué crees que te despidieron “sin causa”?

Si bien me despidieron sin causa, en realidad si la hay: lo que pretenden es deshacerse de mí ya que mis convicciones generaban mucha molestia para la empresa. Todo comenzó en el medio de la pandemia, avasallaron todos los derechos que un laburante pueda tener, no había horario laboral, te molestaban en cualquier momento del día. Con los compañeros la pasamos muy mal.

Allí es cuando comencé a generar varios reclamos, ya que trabajábamos bajo condiciones muy precarias que afectaban nuestra salud, por un lado: gestionábamos en una silla de comedor, nunca nos enviaron la silla ergonómica, ni las herramientas de trabajo. Me despidieron por alzar la voz, por visibilizar la falta de acompañamiento por parte de las delegadas, por ser insistente en mis reclamos, que realice tanto en la modalidad de home office como en la presencialidad. A nivel operativo nunca tuve una observación negativa, ninguna queja por parte de la empresa. No faltaba nunca, de hecho, fui premiada por haber cumplido una de las tantas métricas. Claramente mi despido sin causa esconde otra connotación, que está ligada a estas particularidades.

¿Alguna vez te sentiste amenazada, sentiste que te iban a despedir?

Sí, fui amenazada en dos oportunidades, primero en medio de la pandemia. En relación con lo que exprese anteriormente, la empresa comenzó a tratarnos como si fuéramos robots, imposibilitando que descansemos entre llamadas tras llamadas, teniendo que pedir permiso para ir al baño y esperar que te lo informen después de 30 minutos.

Estas condiciones comenzaron a afectarme emocionalmente, pero preferí continuar con los reclamos, la única vía posible era gestionarlo con las delegadas. Es así como los/as compañeres también se adhirieron y comenzaron a intervenir en el mismo sentido. Pero esto tuvo un impacto muy negativo sobre mí, que derivo en la primera amenaza: me contactaron desde el departamento de legales, por medio de una reunión virtual y me intimaron con palabras sobre un posible despido.

La segunda amenaza, fue hace muy poco, cuando comencé a tener problemas cervicales con mareos vertiginosos, esto me llevo a tomarme una licencia por tres semanas. Presenté el certificado avalado por un médico de la ART, ya que la causa de mi dolencia fue por la propia actividad laboral.

Luego de incorporarme devuelta a mis operaciones me llaman desde el área de legales para ofrecerme un arreglo monetario. Desde ya, nunca me pareció una opción aceptar ese arreglo. Recuerdo muy bien las palabras del abogado ante mi rechazo: sonriendo me responde “por suerte la Ley Antidespidos está próxima a caducar, así que la empresa puede determinar tu despido cuando quiere”, sentí que me estaban presionando y obligando a que acepte ese acuerdo. De todas formas estaba convencida de no ceder ante terrible maniobra.

¿Qué estás haciendo para reclamar la reincorporación?

En primer lugar, estoy hablando con mis compañeras/os, informando la situación y solicitando que nos acompañen en esta lucha, también estoy haciendo entrega de mi carta donde denuncio mi despido, dejando en claro su contextualización y detallando que no fui la única despedida.

En la denuncia solicito que las delegadas, junto con el Sindicato de Comercio nos apoyen para lograr mi reincorporación y la de todos los compañeros afectados por esta terrible artimaña. Justamente me afilié después de haber recibido la primera amenaza, para tener un respaldo gremial. Pero eso nunca sucedió, ni antes, ni ahora, ya que aún no tengo ninguna respuesta del sindicato ni de las delegadas.

Considero que es muy importante luchar por la reincorporación, es un derecho que tenemos todos los trabajadores y tenemos que hacerlo valer. Estos despidos son una injusticia que nos deja en una situación muy compleja en términos económicos. Somos laburantes que queremos mejorar las condiciones laborales y es por esto que nos despiden.

Reproducimos la carta de Daiana Corbalán, que fue repartida a las compañeras y compañeros de trabajo. Incluso fue presentada a las delegadas, y al sindicato: