Sindicales

13/11/2020

Reemplaza el ATP

REPRO II: un compromiso entre la presión del FMI y el pacto UIA-CGT-Gobierno

Para defender el salario, las jubilaciones y los puestos de trabajo, es necesario un paro nacional y un plan de lucha

Con el anuncio del lanzamiento del Programa de Recuperación Productiva II (Repro II), el gobierno puso en marcha el relevo del Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), que tuvo su origen en el pacto UIA-CGT-Gobierno durante la cuarentena. Nuevamente, este subsidio a las patronales será financiado por los trabajadores a través de la Anses.

El monto fijado es de hasta $9 mil pesos por cada trabajador y “se determinará considerando la cantidad de empleadoras y empleadores postulantes” según la resolución publicada en el Boletín Oficial. No hay para todos.

A su vez, estará supeditado “a la existencia de partidas presupuestarias aprobadas y disponibles y/o a cuestiones de oportunidad, mérito y conveniencia a determinar por el Ministerios de trabajo, empleo y seguridad social”

Tendrá una vigencia de dos meses, finalizados los cuales el empleador podrá volver a solicitarlos: el requisito será mostrar, al igual que en el ATP, una variación interanual de la facturación negativa y la actividad debe encuadrarse dentro de las “no críticas” del ATP.

Del monto destinado al subsidio, se desprende que la política del gobierno es avanzar en un drástico recorte, incluso contra sectores de la burguesía, dado que actualmente el subsidio ATP cubre hasta dos salarios mínimos. La eliminación del “gasto Covid” es una de las claves del Presupuesto 2021, condición impuesta por el FMI para llegar a un acuerdo.

Es necesario destacar, que este lanzamiento del Repro II se produce luego de las quejas de la CGT, que coincidieron con la llegada del FMI, a partir del anuncio una nueva reforma anti jubilatoria y el recorte de los ATP e IFE.

El nuevo Repro, cuyo origen se remonta a la crisis 2008-2009, es un compromiso surgido entre los aprietes del FMI para bajar el déficit fiscal en función de garantizar el pago de la deuda y el reclamo de subsidios y beneficios económicos de un sector de la burguesía. Las contradicciones del pacto social emergen con mas fuerza conforme avanzan las imposiciones del capital financiero.

Paro y plan de lucha

Un elemento importante y revelador, es que comienza a ceder la “pax cambiaria” lograda por el gobierno a fuerza de un enorme endeudamiento: bonos atados a la devaluación, venta de bonos en manos de la Anses, manos “amigas” interviniendo en el blue.

Este movimiento del dólar blue y de los dólares financieros fue respondido por el gobierno con un incremento de la tasa de interés que, junto a las paritarias a la baja, el ataque a las jubilaciones, el incremento de la inflación y los tarifazos previstos para enero, constituyen un cuadro recesivo completo que cuestiona la recuperación pos pandemia.

Frente a la evidencia, anunciada por la UIA, de que con un recorte de las ATP una nueva escalada de despidos está planteada, el acceso al Repro II impone como una de las condiciones mantener todo el plantel de trabajadores. No obstante, las patronales pondrán en la balanza si es mas barato despedir o acceder a los $9 mil pesos.

Las últimas informaciones extraoficiales dan cuenta de que se estaría discutiendo una posible prórroga por 60 días (hasta enero) del DNU que prohíbe despidos y suspensiones y, por seis meses, la doble indemnización (hasta mediados de 2021).

Sin embargo, estarían elaborando “un esquema de “sintonía fina” en la penalización monetaria para las cesantías injustificada” (Ambito Financiero 12/11). Lo que en criollo significa reducir los costos de las sanciones a las patronales que despidan. Que no es lo mismo que prohibir despidos. Recordemos que con el DNU vigente mas de 700.000 trabajadores formales quedaron en la calle durante la pandemia.

Frente al tamaño de semejante ataque a las masas, el gobierno no puede desatender el problema de la contención que empieza a ser desafiada por una enorme deliberación en el movimiento obrero y con luchas que se empiezan a abrir paso contra el bloqueo que representa la integración de todas las alas de la burocracia sindical al gobierno.

Desde la Coordinadora Sindical Clasista planteamos que las centrales sindicales rompan con el gobierno, y nos pronunciamos por un paro nacional y plan de lucha.

Con estas consignas impulsaremos desde los sindicatos recuperados por el clasismo y desde las agrupaciones sindicales, un planteo hacia el Plenario Sindical Combativo para intervenir en una acción callejera en las próximas semanas.