Sindicales

3/5/2022

Río Negro: conciliación del gobierno pone en impasse al conflicto docente

Aceptada por la conducción de UnTER central Azul-Arancibia a espaldas de las bases.

Paro docente en Río Negro.

La conciliación aceptada por la conducción de UnTER central Azul-Arancibia, con el visto bueno de la Celeste, intenta darle un cierre al reclamo de la docencia de Río Negro que rechaza el ajuste y los salarios de pobreza de Carreras. Las seccionales oficialistas, violando el mandato del último congreso y sin mandato de asambleas, acató la orden de un Ministerio de Trabajo, parcial, donde el gobierno es juez y parte en el conflicto. Los descuentos siguen vigentes a pesar de que una conciliación retrotrae todo a antes de las medidas de fuerza.

El conflicto entra ahora en una impasse obligada. Desde los sectores combativos, este tiempo lo vamos a utilizar para profundizar la organización de todas y todos aquellos que salimos a luchar. Que no haya paro no significa que no nos podamos organizar contra la inflación, los tarifazos en los servicios y la suba de precios, que pondrán rápidamente cualquier acuerdo en pronta caducidad.

Carreras necesita cerrar inmediatamente cualquier conflicto salarial, pero con la fórmula de pagos en cuotas y sin aumentar la masa salarial. Los recursos de la provincia están siendo destinados a pagar la usura de deudas estrafalarias en dólares o a subsidiar el fracking, a las patronales de la megaminería o a engrosar el ejército de alcahuetes y punteros a sueldo.

Su apuro en cerrar paritarias es evitar que se amplifique la lucha docente a otros sectores. Cuenta con la complicidad de las burocracias sindicales, un punto de apoyo del plan de ajuste del gobierno contra las y los trabajadores. No solo es la Azul-Arancibia, son los Aguiar, o las centrales sindicales, como las CTAs o CTERA, que están integradas al Estado y sus gobiernos y por lo tanto no representan los intereses de los trabajadores.

La necesidad de recuperar poder adquisitivo y de derrotar la precarización y sobreexplotación laboral va de la mano con la necesidad de ampliar la organización independiente en la docencia y recuperar las asambleas y el mismo sindicato. La consigna es sencilla: “Las y los docentes necesitamos un sindicato que defienda a las y los docentes, y no a los gobiernos”. En manos de la burocracia cómplice de Carreras, terminamos cobrando en bonos y con mayor sobreexplotación laboral y aceptando una regimentación mayor del reclamo docente. La gobernadora declaró que no va a permitir más paros y suspensiones de clases y que va imponer otro modelo de reclamo a la docencia.

A los sectores combativos que encabezamos el rechazo a la conciliación ilegal y fraudulenta, la seccional Cipolletti y Allen, nos toca seguir organizando a la docencia con plenarios provinciales abiertos para que todas las reivindicaciones y reclamos tengan una vía de expresión y organización, en vías de ir preparando las condiciones para volver a derrotar a la burocracia en las asambleas y congresos e imponer a los gobiernos, con un plan de lucha con continuidad, todas nuestras demandas en defensa de nuestro salario, las jubilaciones y la educación pública.

La crisis económica y la política de ajuste contra la clase obrera en beneficio de las patronales y capitalistas de los gobiernos requerirá que de conjunto nos movilicemos la docencia, hospitalarios y estatales.