Que un medio como Agrovalle, referenciado con la patronal frutícola por excelencia, titule como histórica la paritaria que cerró Uatre (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores) para Río Negro y Neuquén, es una provocación. Ahora, que su secretario general salga a festejarlo debe llamar la atención de los trabajadores rurales.

El 211% conseguido está 21,4 puntos por debajo del índice de inflación para Río Negro y Neuquén, que fue de 232,4% en 2023. Como se sabe, la Patagonia siempre es más cara, pero Omar Figueroa, secretario general regional, parece vivir en otro planeta.

A esto se suma que ese 211% se contabiliza hasta el 31 de enero de 2024, y no de diciembre, mes en el que termina por conocerse el índice anual de inflación. Es decir, el acuerdo es tan negativo que en enero los trabajadores perderán frente al 30% de inflación que se proyecta. Como si tamaña entrega no bastara, se firmó que se suba un 16,5% en febrero y un 16% en marzo, meses en los que la inflación superará holgadamente el 30%. Es lo que repiten economistas de todo tipo en los medios nacionales: “nos espera un primer semestre de inflación alta”.

Trabajadores indigentes

En Río Negro se calculó que para vivir (sin contar alquiler) se necesitaron en 2023 unos $500.000. Si sumamos la inflación proyectada de enero, febrero y marzo, ese número pasa a $900.000, que es lo que cerró Aceiteros en las paritarias pero para Buenos Aires y con clausula gatillo.

Al mes de diciembre, los rurales cobraban en promedio unos $180.000 en bruto. Se espera así que recién para marzo del 2024 los salarios lleguen a los $400.000. Como se ve, se convalida una pérdida del poder adquisitivo del salario histórica. Los rurales, aún estando en blanco, son indigentes gobierno tras gobierno desde hace décadas.

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La idea de que “a la patronal le apretaba el inicio de la temporada”, y que por eso había que arreglar con el objetivo de colaborar con el nuevo gobierno, terminó por ser un camino de derrota y entrega de los trabajadores rurales, una posición propatronal. Justamente cuando más aprieta la temporada, es cuando más fuerza pueden tener los rurales, que no fueron convocados nunca, luego de las reuniones paritarias de los congresales con la patronal, a debatir en asambleas qué es lo que estaba pasando en la negociación. Era momento de poner en pie un plan de lucha para arrancar un salario igual al costo de la canasta básica familiar y exigir el 40% de Zona Desfavorable.

Enojo fue lo que recogió el Partido Obrero, que se reunió con delegados rurales en Chimpay y decenas de trabajadores de base, en su mayoría llegados del Norte. “Es bajo el salario que firmaron” dijeron a Gabriel Musa y Beto Castro, dirigentes provinciales del PO.

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Plan de lucha

Una parte de los rurales afirma que el 24 hay que parar, cuando su dirección en toda la provincia no llama a parar, una decisión que no fue consultada ni mucho menos mandatada por las bases. En Chimpay, los trabajadores firmarán una nota y la presentarán ante la Secretaria General con el objetivo de dejar constancia de la cobertura pedida para ir al paro, aunque esta ya existe, dado que Uatre Nacional sí se adhiere dentro de la CGT.

En localidades como Cipolletti, General Roca y Villa Regina se espera que también haya expresiones de rurales en rechazo a toda la política antiobrera del gobierno de Milei y a la paritaria firmada sin consulta. Entre los ataques del gobierno patronal está bajar al máximo los salarios para garantizar una mayor rentabilidad patronal, lo que se completa con el DNU, la Ley Ómnibus y el protocolo antipiquetes.

La crisis que afronta el país tiene a los trabajadores siendo variables de ajuste, y no a la casta, ni a la patronal enriquecida y beneficiada con dólares diferenciales y planes especiales de impuestos. Si sumamos la devaluación del 54% que ejecutó Caputo ni bien asumió a la que se espera en los meses por venir, se concluye en que los rurales seguirán perdiendo por goleada, cuando son ellos quienes producen la riqueza que sale de las chacras mientras la patronal acumula dólares.

El 24 motivos para parar sobran. Exijamos un plan de lucha con continuidad hasta tirar abajo la ofensiva antiobrera de Milei.

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