Sindicales
26/3/1998|578
Río Turbio: Primeros cinco días de una huelga decisiva
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Los mineros de Río Turbio comenzaron el martes 17 una huelga indeterminada en reclamo de 30 puntos, entre los cuales la reincorporación de los despedidos, el pago de deudas salariales, el reintegro de descuentos salariales y el rechazo a la política de tercerizaciones de la empresa YCRT.
El dirigente de ATE, Oscar Terres, reconoció que “estamos hartos de firmar actas y compromisos que la empresa nunca cumple”. Ahora los mineros exigen que se efectivicen primero las soluciones reclamadas.
La política de apaciguamiento y alianza de ATE con el gobierno de Kirehner ha estallado. Como resultado de esto, las asambleas rechazaron la conciliación obligatoria y se han negado a que los dirigentes de ATE se presenten en las reuniones de la “Tripartita”. Las asambleas exigen que las negociaciones se realicen en Río Turbio.
Al cierre de esta nota, se supo que el lunes 23 la mitad de los mineros en huelga se saldará a Río Gallegos para instalar la ¿ha en la capital y acompañar a los trabajadores del Puerto pertenecientes a la misma empresa, que ya han efectuado cortes de la ruta durante varias horas, a lo largo de la semana de huelga. El acatamiento de la huelga es del 100%.
La empresa ha cortado el suministro de energía a la mina, con lo cual no se pueden realizar las tareas básicas de ventilación, bombeo de agua y otras esenciales para evitar explosiones o accidentes.
La empresa ha vuelto a amenazar con retirarse de la concesión, a lo que por primera vez una asamblea respondía al grito de “Que se vayan”. La crisis planteada vuelve a poner en cuestión la reestatización de las operaciones mineras y el control obrero.
es más combativas, esta fracción camera logró imponer el levantamiento del paro con el argumento de “mejorar su posibilidad de venta”. Esto se revelará como un fraude en corto tiempo.
Reagrupar y retomar la lucha
La posición votada no tiene ninguna perspectiva y se hundirá en poco tiempo. En todos los casos, los puestos de trabajo y los salarios están bajo amenaza. Hay que reagrupar a los sectores activistas y combativos para quebrar la política de carnereaje de los elementos patronales.