Sindicales

19/9/2002|772

Rodó: La patronal arrugó

Los trabajadores de Rodó son superexplotados, más o menos como los de Coto: la patronal les quiere hacer pagar la caída del consumo a ellos. A toda una serie de atropellos (no pagan extras, ni la ART, buscan poner a los vendedores a comisión, siempre con la complicidad de la burocracia de Cavallieri), Rodó quiso sumar despidos en el sector ventas y otros encubiertos bajo la pantalla de “retiros voluntarios”.


Con los patrones de un lado y los burócratas del otro (los delegados los impone la empresa con amenazas de despido y el aval del secretario de organización del SEC), los trabajadores están muy intimidados. Sin embargo, un grupo de compañeros – ex delegados a los que aún no pueden despedir – resolvió romper la parálisis. Se propuso un escrache y se salió a buscar apoyo. Recorrieron asambleas barriales y nacionales, contactaron con activistas y se presentaron en el Encuentro de Grissinópoli del sábado 24/8, que incluyó su movilización en el Plan de Lucha.


En este marco, el 31/8 concretamos el escrache a Rodó, en San Juan y Boedo, las asambleas de Parque Patricios, Boedo y Plaza Martín Fierro.


La actividad estuvo bien. Cortamos media calle, ante la mirada atónita de los de seguridad, el silencio de los empleados adentro, y los comentarios de los vecinos en la calle, que como todos nosotros no quieren más despidos en el barrio.


Este templo menemista de la felicidad electrodoméstica que fue Rodó, ahora casi solitario en una cuadra comercial venida a menos, producto de sus mismas prácticas monopólicas, evasoras y negreras, fue perturbado por bombos, megáfonos, petardos, cantos y denuncias.


Cuando el dueño se puso a filmarnos desde el primer piso, mereció el repudio de los presentes y una lluvia de huevazos contra sus marquesinas y vidrieras.


Sabemos que la patronal, intimidada, evaluó la posibilidad de llamar ¡a la barra brava de Chacarita! (menudo quilombo le hubiera armado a la mujer de Barrionuevo, hoy ministra de Trabajo), y que algunos compañeros recibieron aprietes, vía directa y vía sindical. Pero en los hechos suspendió su plan de “retiros voluntarios”.


Este es el camino, como dice Prensa Obrera.


Ahora los compañeros deben sacar un balance y difundirlo entre todos los trabajadores de Rodó. Proponer un plan de acción para el conjunto y reforzar su lucha gremial independiente y antiburocrática, sumándose activamente al encuentro piquetero del 28 de septiembre.


¡Aguante los trabajadores de Rodó!