Sindicales

16/1/1997|526

Rotográfica pasa a la acción directa

Desde estas páginas dimos cuenta de la valiosa lucha de Rotográfica Argentina, en un terreno que calificamos como “uno de los más difíciles del movimiento obrero”, el recurso de crisis. Y caracterizamos como un gran golpe a la patronal y a la burocracia ongarista el rechazo de la rebaja salarial, a la extensión de jornada y a los despidos, a pesar de que se aceptó resignar un premio del 9% por cuatro meses.


A poco de andar, la cosa pasó a mayores. El taller ha retomado la senda de la lucha en forma más profunda.


La patronal no ha pagado aguinaldo, retrasó la quincena y no paga el adelanto de vacaciones a los compañeros que les va tocando salir. Los gráficos, que sufrieron este tipo de prácticas durante años sin poder revertirlas, han dicho basta.


Una masiva asamblea general de fábrica resolvió un verdadero menú de medidas para enfrentar de lleno la política negrera de la patronal. Se resolvió el envío masivo de telegramas conminatorios por los atrasos en los pagos, se votó ‘apretar’ al Sindicato para denunciar en forma urgente al Ministerio la caída del acuerdo de resignación del premio del 9% por incumplimiento de las fechas, y se adoptó la actitud de no tomar las vacaciones si no está la guita con la correspondiente carta-documento.


Pero falta el plato fuerte del menú. Concientes, porque así lo discutió la asamblea del taller, de que las medidas jurídicas o administrativas son ‘tortugas’ al lado de la urgencia de las necesidades obreras, se resolvió unquite de colaboración de todo tipo de extras, algo que afecta la salida de importantes trabajos, en especial del sector valores, donde hay compromisos de apuro con clientes importantes.


La medida se toma después de meses de lucha para cobrar las extras a su verdadero precio con el 50% o el 100% de recargo, según el caso, algo que durante mucho tiempo no se respetó. Esta circunstancia mide el valor político de la medida, lo que se juegan los compañeros, y expresa además un salto en la conciencia política del taller, que toma la iniciativa y desplaza el centro de gravedad a una medida de acción directa.


El revés para la empresa fue tal que la gerenta de Personal fue víctima de un ataque de nervios y llantos que graficó el fracaso de la política patronal. Eso sí, la señora no estuvo sola a la hora de la angustia, porque los burócratas ongaristas planteaban esperar 5 días hasta una audiencia con la empresa en donde se dialogaría todo. Claro está, sin cobrar ni comer, algo secundario para los defensores de esta “fuente de trabajo” en perpetua crisis.


En pocos días habrá elecciones de interna, postergadas por el conflicto. El taller se sale de la vaina por reemplazar al sector de delegados controlado por la burocracia —ya hubo varios pedidos de renuncia—; el problema es que compañeros honestos, de base, den el paso. Adelante, compañeros, Rotográfica indica que en el gremio gráfico, como en el conjunto del movimiento obrero, se pueden “saltar etapas” desde los golpes recibidos hacia la organización, la lucha antipatronal y el cambio a una dirección clasista.