Sindicales
19/9/2001|722
Ruckauf y Yasky tienen patas cortas
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El 15 de septiembre, en La Matanza, tuvo lugar el Encuentro de delegados de escuelas de la provincia de Buenos Aires, llamado por las seccionales opositoras y las agrupaciones sindicales que integran la lista Azul y Blanca-Rosa-Verde, que le disputó a la burocracia la dirección de Ctera en las recientes elecciones gremiales. Más de 300 representantes de escuelas de la provincia debatieron durante 7 horas la política y el curso de acción a seguir luego del levantamiento del paro.
El acuerdo
La realización del Encuentro coincidió con el acuerdo que acaba de aprobar Ruckauf con las direcciones de Suteba y FEB. Dicho acuerdo modifica la forma y el monto de la rebaja salarial (en el mejor de los casos se mantiene el 60% del recorte) y exceptúa del congelamiento de la antigüedad sólo a los compañeros que tienen 23 años cumplidos; y se mantiene, por supuesto, el pago en patacones. Ese compromiso no asegura, por otra parte, que no pueda haber nuevas podas salariales, porque la ley de déficit cero habilita al gobierno a nuevas rebajas salariales.
Lo que supuestamente se “recupere” salarialmente será a expensas de otras partidas, entre las que debemos incluir los fondos para comedores, becas e infraestructura. Pero lo más grave es, quizá, que el acuerdo ata al gremio docente a la “paz social” y a la recuperación de contenidos, cuando se congelan los cargos, se limitan las suplencias y se intenta la jubilación compulsiva.
Haciendo caso omiso a estas evidencias, Yasky presenta como gran conquista, después de una huelga histórica, que el gobierno tenga que reconocer los días caídos y una pequeña recuperación salarial. Volvemos a la vieja historia de querer transformar las derrotas en triunfos.
Perspectivas y resoluciones
Este acuerdo, al igual que lo que ocurrió con el levantamiento del paro, se lo ha hecho pasar a través de una consulta amañada y tramposa a contramano de las necesidades y la voluntad del gremio.
Pero estas maniobras de la burocracia sindical tienen patas cortas, a lo sumo ayudarán al gobierno a llegar con muletas a las elecciones de octubre. La crisis obliga al gobierno a deshacerse de compromisos y a desatar ataques de mayores proporciones. El escenario que se avecina es más convulsivo y replanteará la huelga general, y en forma más aguda aun, la necesidad de una dirección capaz de llevar dicha lucha a la victoria.
En esta perspectiva debe valorarse e inscribirse el cuerpo de resoluciones adoptada por el Encuentro, que se proyecta como una alternativa provincial y nacional, como expresión de la Asamblea Piquetera en las filas del gremio docente.