Aunque el año pasado y también en 2019 los gobiernos tuvieron que sentarse a discutir con los delegados de la asamblea autoconvocada, luego de huelgas de gran acatamiento, la paritaria de este año comienza con los burócratas de la Asociación Docente Provincial (ADP) y el resto de los gremios.

El gobernador Gustavo Sáenz espera que le convaliden un porcentaje miserable cuando el año pasado terminó con una gran caída del salario real ya que la inflación superó el 36% (en alimentos llegó al 42%), mientras el acumulado de aumento salarial en el año fue menor al 30%. Ya en el debate del presupuesto 2021, aprobado en la Legislatura, la partida para salario solo crece un 14% mientras la inflación pronosticada alcanza el 50%, e incluso está por debajo de la mentirosa inflación del 29% sobre la cual el gobierno elaboró el proyecto.

Además, el gobierno busca disciplinar a la docencia acusándonos de ser los responsables de que no haya clases presenciales, cuando sabemos que es el gobierno el que no ha resuelto ninguna de las condiciones mínimas para que esto ocurra. No hay conectividad ni los dispositivos necesarios, cuando en el mejor de los casos, se volvería con un sistema mixto por la grave situación de la pandemia. Faltan 1600 ordenanzas, no hay refacción de edificios, en el interior hay muchas escuelas sin agua ni designación masiva de docentes recuperadores para poder trabajar con grupos reducidos de estudiantes.

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Pretenderá hacer pasar un ataque al salario negando nuestro derecho a huelga en nombre de que hay que retomar las clases porque la educación sería un “servicio esencial”. Si es cierto que se considera “esencial” habría que preguntarle al gobierno por qué un salario mínimo docente está en $27.000, es decir justo la mitad de la canasta de pobreza hoy calculada en $54.000, que debiera ser el piso del cargo testigo junto a una cláusula gatillo mensual por inflación.

La reunión de la burocracia y el gobierno fue solo un ablande entre los distintos sindicatos. Fue el primer acto de una manipulación que no puede terminar bien. La secretaria general de ADP, Virginia Figueroa dijo: “queremos ver qué nos ofrecen”. No podemos subordinar la docencia a un planteo del gobierno, con esta afirmación muestra que no tiene ninguna condición para la representación de la docencia. Concurren a la reunión sin mandato y sin un petitorio. Por su parte, el gobierno provincial ratificó su decisión de hacer una propuesta luego de la paritaria nacional, que hasta ahora no tiene fecha.

Fuera de la Casa de Gobierno nos concentramos para denunciar la falta de representatividad de esta paritaria, y plantear un programa de salida a la crisis educativa. Estuvimos junto a docentes y los delegados de capital, también concurrieron delegados de otros departamentos. Tribuna Docente propone este planteo en la perspectiva de imponer mediante la lucha como siempre ha sido, que el gobierno se reúna con los autoconvocados. Y, asimismo, insistimos ante los delegados de los otros departamentos allí presentes, la convocatoria a una asamblea provincial por la cual hemos batallado todo el año pasado, desarrollando acciones que contribuyan a unificar el reclamo docente.