La huelga de los docentes salterios ha entrado en su tercera semana con signos de gran vitalidad y amplio apoyo popular. La huelga se extiende a los tres niveles de la educación pública en todos los departamentos de la provincia e incluso a las escuelas privadas, un síntoma de su pro­fundidad.

Los docentes reclaman un básico de 500 pesos, una miseria que triplica los básicos actuales de… 155 pesos, y el respeto del Estatuto docente, que el go­bierno de Ullóa pretende derogar.

La situación del conjunto de los traba­jadores estatales es la misma que la de los docentes, con salarios de hambre y amenazas de despidos. Y también la de los jubilados, sobre los cuales pende la amenaza de la “nacionalización ” de las Cajas de la provincia.

La coordinadora de gremios estatales y la burocracia de la CGT han votado la realización de un paro general, pero sin ponerle fecha. Exigir que se le ponga fecha al paro general, que sea preparara- do con una asamblea popular provincial de sindicatos y trabajadores, es la tarea que está planteada.