El jueves 6 de septiembre se realizaron las elecciones de la CTA, conducida a nivel nacional por Hugo Yasky y en la Provincia de Buenos Aires por Roberto Baradel. Esta elección ha sido el episodio final de una triada de elecciones de la fracturada CTA.

En la regional San Isidro, que corresponde a Vicente López, San Isidro, San Fernando y Tigre, realizamos una importante elección superando todas las maniobras por parte de la conducción oficialista, lo que nos permitió conquistar la minoría en la comisión directiva y congresales provinciales por la oposición multicolor.

Desde sus comienzos la elección estuvo atada al fraude, incluyendo la habilitación de urnas a último momento. Es el caso de en un comedor en San Fernando, donde votaron más de 130; el Casino de Tigre, donde después de que dejen ingresar al fiscal de la Multicolor ya la urna contaba con más de 50 votos; o la del Sutna San Fernando, que la habilitaron en la sede de ATE del mismo distrito, y el dudoso funcionamiento de la urna en el bar Tiempos modernos de Vicente López.

A esta situación se agrega la falta de entrega y exhibición de los padrones definitivos por mesa y la distribución de dichas mesas, afiliados que no aparecieron en el padrón o aparecieron en otros distritos lejanos, preparándose para disponer armados a su gusto. A todo ello se sumó que en el día de la elección colapsó la página de consulta online del padrón.

En el distrito de Tigre, donde la gremial Suteba la dirige la Lista Multicolor, solo habilitaron 16 escuelas para votar (un tercio menos de las ya reducidas sedes de la elección de Suteba del 2017), alejadas del lugar de afiliación de los docentes, además de mezclarlas con padrones de otros sindicatos y organizaciones territoriales.

La elección Multicolor que superó el 20% de la elección a nivel regional, superando los escollos del fraude y maniobras, tuvo un pico importante en Tigre, donde sacamos el 36% a nivel general, y casi el 45% de los votos en las escuelas. En San Isidro sacamos el 22% a nivel general, llegando al 35% en las escuelas; en Vicente López casi el 20% a nivel general y el 30% en las escuelas y las urnas que fiscalizamos; y en San Fernando llegamos al 20% en los lugares de votaciones fiscalizados y superando ese número en las escuelas.

A seguir luchando por una nueva dirección clasista, combativa y de lucha en los sindicatos para derrotar el ajuste de Macri, Vidal y el FMI. Ante la fractura de la central a la que llevaron las actuales conducciones de las CTA, motorizada por el seguidismo a distintas variantes políticas patronales, planteamos un congreso de delegados de base de todas las CTA y sus sindicatos, que reorganice la central de abajo hacia arriba.

Viva la Multicolor.