Los trabajadores Municipales de San Martín de los Andes estamos a mitad de marzo con acuerdos vencidos y con solicitud de aperturas de paritarias presentadas hace más de 60 días al Ejecutivo municipal sin resolver.
El intendente, Carlos Saloniti, vocero de la motosierra del gobernador, es uno de los intendentes que adhirió al pacto de gobernanza planteado por Rolando Figueroa, que implica alcanzar el equilibrio fiscal “manteniendo la evolución de los gastos, según la evolución de los recursos” lo que se traduce como “no hay plata”.

Este pacto de gobernanza estipula como meta el incremento de la recaudación municipal, por ejemplo: la nueva tasa municipal del 4,5% al combustible, la moratoria de registrar obras clandestinas sin planos aprobados, al simple efecto de mejorar la recaudación impositiva y las tasas locales; es decir una transferencia de recursos de los trabajadores para solventar la disminución de las transferencias de los fondos provinciales.

¿Y por casa cómo andamos?

La realidad de los trabajadores municipales es muy distinta a la postal turística. Un salario de la categoría más baja no podría siquiera pagar un fin de semana de vacaciones en su propia localidad, un sueldo de bolsillo de 400 mil pesos (categoría 1) no alcanza a cubrir el valor de la mitad de una canasta básica, además las retenciones por decreto de ISSN y aportes jubilatorios terminan devaluando los bolsillos los trabajadores municipales.

Sumada a la realidad salarial, no es ajena la infraestructura de los sectores. En el palacio municipal, más de 80 trabajadoras comparten un baño y deben pedir la llave para acceder al mismo, los espacios de trabajos operativos, hidráulica y pavimento no cuentan con maquinarias, camiones ni herramientas acordes a la cantidad de obreros. En los parques y jardines, más de 50 trabajadores mixtos tienen un solo baño y no cuentan con vestuarios, conviviendo el depósito de herramientas con la cocina. A esto hay que sumar a los trabajadores de planificación (segunda caja de recaudación municipal), ubicados en el ex Hotel del Sol, a veces sin calefacción ni agua, y la falsa promesa de “mudanza de planificación a las instalaciones del viejo hospital”.

Los trabajadores municipales, en exigencia de la apertura de la mesa paritaria, este viernes 15 vamos al paro y asamblea en el palacio municipal. Se trata de la primera acción luego de una callada quietud del sindicato.
Se rumorea que el Ejecutivo municipal va a replicar el ofrecimiento de un bono en negro, emulando lo acordado con la burocracia sindical de Carlos Enrique Quintriqueo para compensar la pérdida salarial de enero que no impactó en el básico.

Históricamente los municipales hemos rechazado las sumas no remunerativas, no suman al básico y tampoco a los aportes jubilatorios. Emulando el mejor acuerdo que hemos logrado el año pasado, no podemos retroceder. Vamos por un aumento al básico y la indexación al IPC mensual, retroactivo al mes de enero más 3 puntos por encima de la inflación.

¡Contra la motosierra del gobierno municipal, provincial y nacional vamos todes a la asamblea en defensa de nuestro salario y los espacios de trabajo!

https://prensaobrera.com/sindicales/parazo-nacional-universitario-y-como-la-seguimos