Sindicales

14/9/1993|401

Sanatorio Güemes

Los trabajadores del Güemes siguen sin cobrar sus salarios. El sanatorio está vaciado. Pero la patronal que ha desfalcado los aportes previsionales, retenido los salarios de sus trabajadores, robado las cuotas de los asociados y “desviado” cuantiosos créditos de la banca estatal, no sólo sigue suelta sino que está planificando nuevas “travesuras”. Ahora pretende “borrón y cuenta nueva”: dice querer reabrir el Sanatorio, pero con una cuarta parte del personal. El resto lo quiere despedir sin pagar ni salarios adeudados, ni aguinaldo, ni indemnización. Ni siquiera acepta “retiros voluntarios”. Quiere aprovechar la oportunidad para hacer una “limpieza” antisindical, despidiendo a los compañeros que estuvieron a la cabeza de la resistencia al vaciamiento criminal. Y a los que queden, someterlos a la mayor de las superexplotaciones.’


Los compañeros del Güemes rechazan estas maniobras antiobreras. Reclaman trabajo para todos. Y si la patronal privada se evidencia como incapaz de mantener la fuente de trabajo en el sanatorio “privado” más importante de Sudamérica, exigen que sea el Estado el que se haga cargo de salarios caídos y el que defienda que esta estructura de salud no se pierda. Marchas al Congreso, a Plaza de Mayo, al Ministerio apoyan esta exigencia. La burocracia de ATSA lleva en cambio adelante una “política” de desgaste del conflicto. La agrupación ASIS —y otros sectores— reclaman que se decrete un paro activo del gremio para defender la fuente de trabajo de la mayor concentración de trabajadores de la sanidad. Aquí se empieza a aplicar la “reforma laboral” (despidos sin indemnización, avasallamiento de conquistas, etc.). Esta es una lucha que interesa a todo el movimiento obrero.