Sindicales
6/1/1994|410
Sanidad: Convenio de hambre y “flexibilización laboral”
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La burocracia de ATSA Buenos Aires convocó a 50 delegados de la rama Hospitales de Comunidad para anunciar que se disponía a firmar con las patronales un aumento escalonado de sueldos, 18% para enero, 8% en abril y 11% en junio. Estos aumentos están muy lejos de las necesidades planteadas, si se tiene en cuenta que desde abril del ’91 a la fecha no hubo aumentos de los básicos de sanidad, mientras el costo de vida trepó más del 53%. El básico de una mucama pasaría en enero de 220 a 260 pesos y a 310 pesos en junio.
La principal objeción planteada por delegados antiburocráticos de los hospitales Francés, Español y Gallego fue que en esos establecimientos hubieron aumentos “a cuenta de futuros aumentos” o como “adicionales”, que si ahora se descuentan dejarían a los trabajadores sin un mango de aumento.
La respuesta de la burocracia fue que había que firmar lo que se ofrecía porque se venían períodos muy duros. Un argumento típicamente patronal. Mientras tanto, se generaliza la política de “reforma laboral” mediante el reemplazo de trabajadores efectivos y bajo convenio, por personal contratado con sueldos más bajos, sin beneficios sociales y sin indemnización por despidos. El sanatorio Antártida anunció el despido de más de 200 trabajadores y la “contratación” de gran parte de los servicios. El Güemes, vaciado desde hace meses por la patronal, reabriría con reincorporaciones selectivas de personal, en condiciones totalmente arbitrarias de sueldos y normas de trabajo.
La agrupación del PO en Sanidad comenzó una campaña de agitación por un 100% de aumento de emergencia y básicos mínimos de 500 pesos. Contra los despidos y el trabajo contratado. Por la resistencia a los despidos del Antártida y por la reapertura del Güemes sin despidos, el pago de los sueldos adeudados y el respeto de categorías, antigüedades y condiciones de trabajo.