Sindicales
21/6/1990|306
Sanidad: West Ocampo todavía no recibió su merecido

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El jueves pasado, el burócrata mayor de la Federación de Trabajadores de la Sanidad (FATSA), West Ocampo, tuvo que escapar de una masa de 400 trabajadores de la seccional Buenos Aires (ATSA) que repudiaban los miserables convenios firmados a sus espaldas, reclamaban una Obra Social sin aranceles y exigían paritarios propios en las negociaciones con las empresas.
La paliza, sin embargo, vuelve a reflejar el impasse en que se encuentran los trabajadores de la Sanidad. Es que mientras West Ocampo firma, mes a mes, convenios de hambre y entrega conquistas, el sindicato Buenos Aires —la mayor de las filiales, 40.000 trabajadores—, dirigida por Izquierda Unida y aliados ubaldinistas, no hace absolutamente nada. ATSA Buenos Aires es un gremio descerebrado, no responde a ninguno de los problemas que se plantean en los sanatorios. Cotidianamente hay despidos de activistas (Santa Isabel); las diversas clínicas, hospitales y laboratorios se ven obligados a encarar aisladamente la lucha por una recomposición salarial que les permita ir tirando.
A los sumo —también para ir tirando— la directiva convoca una vez por mes una marcha, que ora va al Ministerio de Trabajo, ora a la Federación donde está West Ocampo. Algunos poquísimos centenares de delegados y activistas son convocados una vez por mes a manifestar su bronca y la... impotencia política.
El jueves último estalló la bronca cuando West Ocampo no quiso recibir el tradicional petitorio de los manifestantes que le reclamaban un plan de lucha nacional. Pero, entre tanto: ¿por qué no ha salido nunca un plan de lucha en la seccional, en los largos seis años de dirección de la “vereda de enfrente"?
La directiva de ATSA no se vale de su poderoso sindicato como instrumento de lucha de los trabajadores.
Ahora se cierne sobre el gremio la amenaza de que el Ministerio de Trabajo concrete en corto plazo la intervención pendiente desde hace meses.
La directiva de ATSA acaba de anunciar en el plenario de delegados la posibilidad de una intervención de la seccional, pero no ha convocado a la movilización. Hay que suponer que pretende salir del paso “muñequeando".
Es necesaria una Asamblea General y un plan de lucha de ATSA por
* Paritaria propia
* Salario básico de 2 millones
* Derogación de los aranceles en la Obra Social
Esta es la gran paliza que puede terminar con West Ocampo.