El gobierno de Santa Cruz quiere terminar cuanto antes el 2004. Ocu­rre que, a pesar de los presos y los más de 200 procesados, la rebelión obrera que comenzó a comienzos de año con la huelga docente pare­ce no tener fin.

Esta semana el gobierno pudo cerrar parcialmente la lucha de los compañeros de la UTE Ingeniería de Obra, subcontratista de Repsol. Más de 240 obreros que cumplen tareas en el yacimiento petrolero, reclamaron durante todo octubre, con paros y movilizaciones, su encuadramiento sindical bajo el con­venio petrolero (hasta ahora se en­contraban totalmente flexibilizados y “amparados" por la Uocra, gremio al cual renunciaron masivamente). La empresa respondió con un cen­tenar de despidos.

Los trabajadores tomaron enton­ces la planta deshidratadora que Repsol tiene en Pico Truncado. Aun­que hubo orden judicial de desalo­jarla, los obreros se mantuvieron fir­mes por más de 48 horas. Así logra­ron la reincorporación de todos los despedidos, y llevar las negociacio­nes por el encuadramiento sindical a la órbita de la Subsecretaría de Trabajo de la Nación.

La actitud de los trabajadores contrastó con la de la dirección del Sindicato de Petroleros Privados, pro-kirchnerísta, que no se atrevió a convocar a un paro, a pesar de los despidos y de que decía dema­gógicamente “bancar” la medida de los compañeros.

En la pesca también

Más de 300 compañeros de la pes­quera Barillari, también bloquearon por más de 48 horas la planta que la empresa tiene en Caleta Olivia, reclamando un subsidio de 500 pe­sos hasta que se levante la veda en el caladero del Golfo San Jorge.

A la actitud valiente y combativa de los compañeros le ha faltado or­ganización y dirección, pero no obs­tante eso, han arrancado una victo­ria parcial, pues les han concedido un “adelanto de sueldo” en las coo­perativas de las cuales dependen.

En esa planta trabajan unos 600 compañeros encuadrados en tres cooperativas “truchas", totalmente flexibilizados. La lucha por el blan­queo, el aumento salarial, la jorna­da de 8 horas y la garantía horaria estará próximamente a la orden del día, pues los compañeros han sali­do fortalecidos de esta lucha des­pués de casi dos años de inmovili­dad.

Toda la zona

En Puerto Deseado, a 200 kilóme­tros de Caleta Olivia, los 130 traba­jadores del Hospital también se mandaron una sentada el martes pasado, reclamando aumento de salarios, mejores condiciones de trabajo, el nombramiento de espe­cialistas y el equipamiento necesa­rio para atender  debidamente a la comunidad.

Se hace necesario coordinar to­das las luchas, organizarías y con­verger el próximo 20 de noviembre en Caleta Olivia, por la libertad de los compañeros presos y todas nuestras reivindicaciones.