El gobierno hizo mil y una maniobras para quebrar la lucha docente y no ha logrado su objetivo, el próximo viernes se cumplirán 57 días de paro. En medio de esta enorme lucha por sacar los salarios de la línea de pobreza se han lanzado los candidatos para las elecciones del 13 de agosto, donde junto con las Paso nacionales, se votarán al nuevo gobernador, diputados y para el Consejo de la Magistratura.

El gobierno de Alicia Kirchner tiró su último cartucho cerrando la paritaria mediante un decreto que contempla la cláusula gatillo, pero que no incorpora la cláusula de recomposición salarial, es decir que solo garantiza que los salarios no caigan más de lo que han caído en estos últimos ocho años y solo da esa garantía hasta diciembre de 2023.

Las y los docentes exigen recuperar el salario y alcanzar los costos de la canasta básica. Sucede que una maestra recién ingresada cobra 135.000 pesos contra una canasta que alcanza los 217.000, apenas se puede consumir el 62% de los productos básicos.

La campaña de los ajustadores

Pablo Grasso, intendente de Río Gallegos y candidato a gobernador, uno de los delfines de Alicia y Cristina, lanzó su campaña en la zona norte de la provincia, nada más y nada menos que en contra de la docencia, haciendo acusaciones, junto a su compañero de fórmula, Javier Castro, de un paro politizado.

La pregunta es ¿podría no estar politizado el paro? Claro que no, porque es un paro contra la política de salarios de hambre que sostiene Alicia Kirchner, contra la política de desinversión en infraestructura, de la enorme falta de viandas en los colegios de jornada completa (donde te exigen carnet de pobreza, te visitan en tu hogar para ver qué tan pobre sos y si les parece que sos lo suficientemente pobre, te anotan en una planilla para darle un plato de comida a tu hijo/a).

Lo que debería cuestionarse Castro, secretario general de Aoma, es por qué las mineras multinacionales aportan tan solo el 3% de regalías y se llevan todo el oro y la plata de la provincia a sus casas matrices en el exterior, dejando en la provincia pasivo ambiental, desocupación cuando cierran, como pasó con la minera Triton en Gobernador Gregores; y un presupuesto de hambre para administrar la provincia.

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