El congreso de Adosac ha resuelto un paro general desde el 1° de diciembre y hasta que se cobre el sueldo completo de noviembre y se fije una fecha para el cobro de los aguinaldos.

 

Apenas iniciado el paro, el gobierno de Alicia Kirchner a través de su secretario de Trabajo decretó la conciliación obligatoria. En Puerto San Julián deliberaron los delegados de las asambleas reunidas el viernes 2 en cada localidad y decidieron el rechazo a la conciliación por ilegal. Además, organizaron acciones de movilización. Ese fue el mandato que surgió de las principales asambleas.

 

En la jornada del viernes, una importante movilización docente llegó a las puertas de la Casa de Gobierno de Santa Cruz por enésima vez en el año. El dato nuevo es que mientras la columna docente se retiraba, iba llegando una columna de los colectiveros de la línea urbana, para protestar en el mismo lugar y por el mismo motivo: el cobro de sus haberes, ya que acusan a la gobernadora de “guardarse los subsidios”.

 

El aguinaldo se cobró en agosto y desde principios de año que los salarios no se cobran en tiempo y forma. Algunas veces se pagan desdoblados, y se ha llegado a que recién a mitad de mes se completara el pago del sueldo. En muchos municipios del interior directamente se han corrido los pagos de sueldos a los días 15 ó 20 y hay varios intendentes que no han dado un centavo de aumento salarial este año en el marco de una inflación del 45 por ciento.

 

Es este panorama el que ha creado una inmensa inquietud entre los maestros que tienen uno de los gremios más organizados de la provincia, y se ha pasado de las retenciones de servicio a un paro en noviembre que apuró el cobro y ahora a la decisión de no trabajar hasta que se haga efectivo el pago y haya garantías de cobro del aguinaldo en los plazos legales.

 

Cabe agregar que la promesa de Alicia Kirchner de volver a tratar la pauta salarial en el segundo semestre fue un fiasco: Adosac solicitó un piso salarial de 18.500 pesos y el gobierno ofertó cero.

 

En el caso de los estatales se ha creado un verdadero “proletariado” estatal con sueldos por debajo de la línea de pobreza, y ahora el gobierno ha ofrecido 1.300 pesos como suma fija remunerativa a partir de enero, que fue rechazada verbalmente por ATE, y que contó con la complicidad abierta de los gremios oficialistas.

 

Santa Cruz ha visto desarrollarse desde mediados de año un gran operativo de contención, que tuvo como punto de inflexión la promocionada entrevista entre la gobernadora y el dirigente de ATE, Alejandro Garzón. 

 

A partir de allí entró en un “freezer” la mesa de unidad sindical y, si bien hay conflictos aislados en diversos sectores, no se ha retomado una acción de conjunto, como las que caracterizaron el primer semestre del año y pusieron en vilo a toda la provincia.

Entre los docentes y el gobierno, la pulseada actual preanuncia el conflicto que se viene con el inicio de clases. Terminar un año de huelga es atípico y muestra la profundidad de la crisis provincial, un verdadero pantano.

 

El miércoles 7, Adosac realizó una movilización en apoyo al paro por el centro de Río Gallegos y ATE paró por salarios adeudados.

 

El replanteo de una lucha de conjunto requerirá más que nunca la organización de fuertes agrupaciones clasistas en cada sindicato y el impulso a plenarios de delegados de base, ya que la unidad de los dirigentes ha mostrado una vez más sus límites insalvables en este año de grandes luchas en Santa Cruz.