Sin ninguna acción directa por parte de la Uocra o del gobernador Claudio Vidal, los trabajadores de la construcción despedidos de las obras de las represas en Santa Cruz buscan al menos cobrar las indemnizaciones para pagar las cuentas y salir a changuear para palear la crisis. Al 47% de trabajadores bajo la línea de pobreza se le suman otros 2.200 que pierden sus trabajos en Santa Cruz.

El consejo de Claudio Vidal de no hacer olas con el tema de los despidos trajo mar de fondo y se llevó puestos 2.200 trabajadores. No funcionó la conciliación obligatoria (que la empresa decidió no acatar) y el sindicato hizo mutis por derecha y dejó caer los puestos de trabajo.

Otro tanto vale para los empleados de entes públicos nacionales donde la CTA y la CGT hacen alguna que otra actividad aislada, pero nadie se juega a convocar un paro con plan de lucha que le ponga un freno a este atropello por parte del gobierno nacional.

Es urgente que se llame a una asamblea intersindical y reclamar desde Santa Cruz un paro nacional en defensa de los puestos de trabajo y del salario de las y los trabajadores. Sólo se puede triunfar si se lucha, en unidad y en las calles.

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