En el marco del paro de 48hs que votó Adoscac en sus Asambleas y su Congreso Provincial, que contó con una adhesión del 70% a nivel provincial y de más del 90% en la capital, el gobierno salió con los tapones de punta a amenazar con una conciliación obligatoria, descuentos, multas millonarias y hasta con suspender la personería gremial.

En ese cuadro, las y los funcionarios del gobierno recorrieron los medios plagando de mentiras el reclamo docente y desviando el debate de fondo sobre los salarios de pobreza que se cobran en el sector. Hasta que, ayer por la tarde, en una entrevista a un medio periodístico de la provincia, Ignacio Perincioli (ministro de Economía de Santa Cruz) sostuvo que "la idea es ganarle a la inflación". Pero en los 7 años de gobierno de Alicia la inflación ha superado largamente a los salarios que perdieron más del 50% de su poder adquisitivo. Para recuperar lo perdido, y realmente ganarle a la inflación, el gobierno debe atender la demanda del Congreso de Adosac: Un salario mínimo de $120.000 para el cargo testigo, retroactivo a Julio, para sacar a la docencia de la pobreza y cláusula gatillo ajustable por inflación para que los salarios no vuelvan a caer bajo la línea de pobreza. Es una décima parte de lo que le ha ofrecido a las multinacionales que explotan oro y plata en la provincia, a los banqueros, o al FMI.

Perincioli dijo lo que el gobierno no se atrevía a mencionar, la plata no es para los trabajadores, para los trabajadores hay inflación y pérdida del poder adquisitivo. Al igual que los mineros de Cerro Moro la lucha docente marca el camino, si no queremos seguir perdiendo con la inflación hay que salir a la calle y luchar por nuestros derechos.

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