Sindicales

10/7/2017

Santa Cruz: mil obreros petroleros se movilizaron contra la burocracia

Fue durante la asamblea para elegir junta electoral. Con golpes y cercos policiales, el dirigente Claudio Vidal impidió a los opositores ingresar. El testimonio de los obreros.

en Pico Truncado


Un evento plagado de maniobras… anunciadas. Así fue la Asamblea General que tuvo lugar el viernes 7 para elegir la Junta Electoral en el estratégico sindicato petrolero de Santa Cruz, dirigido por Claudio Vidal, que agrupaciones opositoras del sindicato ya habían solicitado al Ministerio de Trabajo de la Nación suspender previamente, debido a la falta de transparencia y legalidad de Vidal.


 


“Estoy dolido porque el secretario general dictador no dejó entrar a los compañeros cuando vio que le ganábamos la asamblea electoral, y vimos como Vidal hizo meter a todos los toca bombo adentro, y la policía cómplice nos cierra el portón y no deja ingresar a nadie”, nos contó en la entrada Jesús Laciar, un laburante de Caleta Olivia, uno de los más de 1000 disidentes que se movilizaron para exigir un proceso electoral transparente y se quedaron afuera.


 


En la asamblea fue finalmente designada una junta electoral del palo de Vidal. En verdad, el plenario fue la ocasión para una enorme movilización opositora, de trabajadores de base, que se pidieron el día en su lugar de trabajo para asistir a la convocatoria en un día laborable y manifestar su reclamo.


 


Qué se juega


 


No se jugaba poca cosa en este primer round del proceso electoral del gremio. La industria petrolera de la zona se encuentra en una importante crisis, que las patronales planean utilizar como una oportunidad para avanzar sobre las condiciones de trabajo de los petroleros (como ya pasó en Chubut, con la firma de los burócratas gremiales de allí).


 


Por eso, la principal operadora de la zona, YPF, que tiene en carpeta una flexibilización en regla para retomar sus actividades paralizadas, apuesta en estas elecciones por Vidal, que ha dado ya varias muestras de su disposición a la entrega de cualquier lucha.


 


Trámites y corajes


 


El asunto se resolvió, como nos contó Omar Vera (un experimentado petrolero de Pico Truncado), “en un trámite exprés”: “cuando pasaron 15 minutos y todavía había muchos compañeros afuera largó la asamblea, y se aprobó la junta propuesta por el secretario general”. Y con el favorazo del gobierno: “a las 10 de la mañana, que se abría la asamblea, tendrían que haber estado los veedores del Ministerio junto a una escribana y los referentes de la oposición, verificando que el predio estuviera llano, limpio. Nada de esto pasó". Por eso, para Vera, “los veedores del Ministerio de Trabajo deberían ser denunciados, porque el acto fue irregular. En este tipo de asambleas no se puede permitir ningún tipo de cartelería de agrupaciones; pero parecía un cumpleaños de Vidal, banderas, bombos y todo lo que este tipo quiso llevar. No escatimó en gastos, y el gasto es del afiliado.”


 


Con todo, los opositores no se quedaron en el molde: “quiero destacar el coraje del 'Vasco' Bezunartea”, cuenta orgulloso Vera en relación con un delegado de San Antonio Internacional, “porque fue uno de los compañeros que a pesar que lo golpearon, lo rompieron todo, subió como pudo, porque es una construcción de 3 metros, y se postuló para ser parte integrante de la junta electoral. Él no había sido elegido por las agrupaciones; pero ante la imposibilidad de entrar de los demás compañeros; quiso demostrar a Vidal que hay gente que piensa diferente a la conducción y  que él dejó afuera”.


 


Papelón y después


 


Vidal se presentó seguro en los medios locales y habló de un “hecho histórico para el Sindicato (…) acto que permite dar inicio del proceso democrático que renovará su Comisión Directiva por 4 años” (Nuevo Día, 10/7). Mientras tanto, los disidentes silenciados anunciaron que tomarán medidas: “vamos a hacer las presentaciones de impugnación que correspondan en el Ministerio de Trabajo y el Juzgado Federal y a seguir concientizando a los compañeros”, nos decía Néstor Vibares, obrero de Oil de la localidad de Las Heras e integrante de la agrupación opositora Ahonikenk.


 


Y se preparan para seguir dando la pelea en el gremio: “Ahonikenk creció tratando de armar primero un programa en defensa de los trabajadores, y ahora en estas elecciones vamos a salir con una lista, con compañeros que están preparados para defender un programa de defensa genuina de los derechos de los trabajadores”.


 


Quizá se haya tratado de un hecho histórico, pero en sentido contrario al que sostiene Vidal: el más de millar de trabajadores que se manifestó contra estas maniobras muestra una creciente disconformidad con la burocracia petrolera. Y un ánimo de lucha en ascenso contra los despidos y las avanzadas flexibilizadoras.