La huelga municipal, en pos de un 15% comprometido desde el año anterior y por encima de la pauta salarial de este año, va a cumplir 70 días. El paro es total y la presencia de piquetes se ha hecho habitual en las cabeceras de los corralones, tránsito, sede central, vaciadero y en la playa de estacionamiento, donde guardan los camiones recolectores. En algunas jornadas han realizado cortes de ruta y bloqueos generalizados del tránsito en el centro de la ciudad.

El municipio ha judicializado la situación y el juez Marinkovic viene colocando multas al SOEM, por decenas de miles de pesos de acumulación diaria, lo que no ha amedrentado a los trabajadores que vienen realizando una asamblea general semanal y ratificando al paro con actividades gremiales y apoyo masivo de los trabajadores.

El SOEM ha denunciado la falta de herramientas de trabajo, mal estado del parque automotor y maquinarias, contratos tercerizados que se firman con los amigos del gobierno en detrimento de la mano de obra municipal y, en ese marco, han aparecido denuncias del propio Tribunal de Cuentas de la provincia acerca de reiterados incumplimientos por parte del intendente en sus rendiciones contables. No ha sido elevado el presupuesto de este año, ni fueron rendidos otros anteriores. La ciudad se encuentra en un estado generalizado de abandono: ya desde mucho antes del conflicto gremial, unas lluvias que no fueron tan copiosas provocaron inundaciones en numerosos puntos, con decenas de calles intransitables.

La indignación de los vecinos contra el intendente Cantín (FpV) derivó en una autoconvocatoria el domingo 7, donde 400 personas marcharon al municipio reclamando su renuncia. El Partido Obrero ha reclamado la urgente convocatoria a la Estatuyente municipal (pendiente desde hace años) junto a las Paso de agosto, para redactar una Carta Orgánica que establezca mecanismos de control popular sobre las finanzas públicas, revocabilidad de los mandatos y anulación de la ley de lemas, entre otras reivindicaciones democráticas.

En este cuadro y agregando varias huelgas hospitalarias es que se llegó al paro del 9. La CTA, que se manifestó solidariamente con el SOEM, resolvió parar y marchar en el centro de la ciudad. Los municipales ratificaron el paro y movilizaron con los gremios de la CTA.

La movilización hizo una parada reclamando la normalización de la Caja de Servicios Sociales (hace 25 años intervenida) y realizó luego un acto conjunto frente a Casa de Gobierno, del que participó la Coordinadora Sindical Clasista (que forma parte de la conducción de la CTA provincial).

El paro docente de Adosac fue masivo, no hubo colectivos y los camioneros efectuaron cortes en los accesos. Si bien no hay actividades comunes entre la CGT y la CTA, la marcha conjunta con el SOEM representó un gran paso adelante en medio de la crisis política en la capital provincial.

El eje de la huelga en Río Gallegos es que triunfen los municipales contra el cepo salarial. Si ganan los municipales, están dadas las condiciones para una reapertura general de las paritarias.