Pasadas las Paso y también las elecciones en el gremio de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), el gobierno santacruceño convocó tardíamente a la segunda negociación paritaria del año. El 46,9% otorgado en cuotas para el primer semestre del año se convirtió en una oferta que se estiró 3 meses más y que claramente fue liquidada por la inflación y por la fuerte devaluación del peso que aplicó el ministro Massa.

La paritaria, tan esperada por los trabajadores, fue nuevamente una decepción. La oferta del gobierno, de un miserable 7% para agosto y otro 7% para septiembre, fue rechazada por los gremios en la primera reunión.

En el caso de ATE, la nueva conducción que se dividió de la histórica Anusate, la lista Negra y Verde, convocó a las asambleas de trabajadores para discutir sobre la paritaria, lo que fue replicado por el gremio de Apap (Asociación Personal de la Administración Pública). En cambio, UPCN solo decretó paro en rechazo a la oferta salarial, sin convocar ninguna asamblea ni acción de lucha callejera.

Los trabajadores hemos retomado un camino de acción a través de las asambleas, repudiando las ofertas miserables del gobierno y reclamando que ningún trabajador gane por debajo de la línea de la pobreza. En Santa Cruz, el trabajador que menos gana, con antigüedad incluida, apenas llega a los $155 mil de bolsillo. Con una canasta básica de $296 mil está claro que hablamos de salarios de hambre. Entretanto, el gobierno aumenta considerablemente el sueldo de los funcionarios.

El gobierno de Alicia Kirchner, pese a los paros de los sindicatos y las movilizaciones en los diferentes lugares de trabajo, y con los trabajadores afuera de la paritaria central, sostuvo ofertas salariales de pobreza. Su última propuesta (12,5% para agosto y 7,5% para septiembre) fue rechazada nuevamente a través de un paro con movilización en toda la provincia.

Ante la negativa de los trabajadores a aceptar esta oferta, el gobierno de Kirchner replicó la receta que impuso a la docencia: un aumento por decreto, lo que equivale a desconocer la negociación paritaria, que fue suspendida hasta el 18 de octubre con la excusa de “poner plata en los bolsillos de los trabajadores”. Esto, cuando desde 2015 a la fecha no ha hecho otra cosa más que hundir bajo la línea de pobreza el salario de las y los trabajadores estatales.

Kirchner celebra que su gobierno convocó más de 300 paritarias; lo que no dice es que todas estas fueron cerradas a la baja y que se ha liquidado el poder adquisitivo de los trabajadores. Mientras engrosó alevosamente los salarios de sus funcionarios, pretende conformar con migajas a los trabajadores (dándole de comer al discurso del ultraderechista Milei, quien ganó las Paso presidenciales nada más ni nada menos que en la cuna del kirchnerismo). Lo que vemos en realidad es un desprecio sistemático contra los trabajadores, que no solo sufren salarios de pobreza sino también malas condiciones de trabajo, persecución laboral y precarización.

Desde Tribuna Estatal rechazamos el autoritarismo por parte del gobierno provincial y llamamos a los trabajadores a continuar con el plan de lucha, realizar acciones en toda la provincia rechazando la política de ajuste que continúa el gobierno de Unión por la Patria, que a pesar de haber perdido las elecciones, toma revancha contra los trabajadores.

Vamos por una asamblea y un plan de lucha por el pase a planta de todos los precarizados del Estado, planes de becas, monotributistas, cooperativas, etc; para terminar con la persecución laboral y para conquistar un aumento que equipare los salarios al costo de vida.

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