Este martes 20 sucedió un hecho inaudito. Luego de que la Festram (la federación que reúne a los sindicatos municipales de Santa Fe) firmara con el conjunto de las intendencias de Santa Fe un acta –acuerdo de revisión paritaria hasta diciembre-, por orden de Perotti, los funcionarios presentes rompieron las hojas y desconocieron el acuerdo alcanzado. El escándalo se hizo público y se conocieron las fotos de las hojas rotas firmadas. Este hecho reviste una violencia patronal muy grave por parte del gobierno.

La causa de esto consistiría en que la oferta salarial a la Festram era del 35% en cuotas hasta diciembre, lo cual quedaba apenas 4% por arriba del 31% que cerró el gobierno provincial con la burocracia de los gremios estatales de UPCN y ATE. La feroz política de ajuste de Perotti no admite margen, y si eso incluye un accionar que violente las paritarias, bienvenido sea.

Pero hay que ser claros: el acuerdo que estaba a punto de dar a luz la Festram, de espaldas a miles de trabajadores municipales de más de 40 ciudades, ya era de por sí un acuerdo paritario de miseria y rebaja salarial. No solo porque los aumentos siempre son calculados sobre los salarios del 2021, sino porque sumado al 46%, durante el primer tramo del año, ubica los salarios a casi 20 puntos de una inflación que orilla el 100% para este año.

La crisis desatada y la virulencia patronal tienen que ser respondidas con organización y lucha. La federación debería convocar a asambleas de sus sindicatos de base de cada municipio y votar un paro urgente y plan de lucha por la defensa del salario y contra la brutal precarización laboral en los municipios.

Javkin y Ratner: punta de lanza de la miseria salarial

Adelantándose a la paritaria de la Festram y producto de la feroz interna peronista, el sindicato municipal de Rosario dirigido por Ratner se sentó con la intendencia de Javkin por su cuenta y en este caso si llegó a consumar un acuerdo. Luego de amagar con un paro de 48 horas, decidió de forma inconsulta levantar cualquier medida de acción y firmar: un 10% en septiembre, 10% en octubre y 10% en noviembre, calculados sobre los salarios del 2021, es decir, una brutal caída del salario para los miles de municipales de la ciudad de Rosario.

Increíblemente, reivindican por los medios de comunicación que el salario mínimo de los municipales estará en 94 mil pesos a cobrar en octubre, es decir cómodamente por debajo de la línea de pobreza y la mitad de la canasta de 180 mil pesos.

Esta paritaria no sólo consolida un salario de pobreza para los municipales sino que tampoco trató ninguno de los restantes reclamos sobre las condiciones laborales. Por caso, sobre las sumas no remunerativas en el salario y la regularización de categorías. En el municipio de Rosario, son miles y miles los trabajadores precarizados, con distintas formas de contratación, en negro o con cooperativas truchas, que realizan tareas a la par de trabajadores de planta, pero que cobran salarios de indigencia. Sin derechos laborales, jubilación u obra social. Nada de todo esto fue tratado.

El cierre paritario, sin ningún tipo de consulta a las bases, decidiendo un paro entre cuatro paredes, para luego levantarlo de la misma forma a cambio de un acuerdo salarial por debajo de la inflación, fue exactamente lo mismo que también realizó la semana pasada ATE Santa Fe y UPCN para los trabajadores estatales provinciales. El contraste son las bases docentes de Amsafe que nuevamente y de forma masiva votaron rechazar la oferta salarial de hambre de Perotti y van al paro por una verdadera recomposición salarial.

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