Con los métodos y el libreto macrista, el gobernador del Frente Progresista, Miguel Lifschitz salió a atacar a la docencia, 24 horas antes de una nuevo paro y movilización para reclamar un salario digno.

A un día de llevarse adelante el paro provincial de 48 hs, resuelto por más de 30.000 mil docentes santafesinos, el gobernador Lifschitz montó un operativo mediático de amenaza desembozada a la docencia, con el fin de desarticular y debilitar la medida de fuerza. 

En declaraciones a Radio 2, el gobernador tildó de “caprichosa” la discusión por el porcentaje de aumento y manifestó que “el uno por ciento que piden estatales y maestros para un trabajador representa "seis o siete kilos de pan" y para la provincia "mil millones de pesos", que es lo que cuesta "un Heca o 40 escuelas".

Lo primero que hay que señalar es que la docencia santafesina no está discutiendo "seis o siete kilos de pan por mes". Lo que sí está discutiendo es cómo enfrentar una rebaja salarial de hecho, con un aumento del 8% de marzo a agosto, cuando los tarifazos superan ampliamente esos porcentajes: la suba en el Gas, un 40%; en el Agua un 38%; en la electricidad un 37,5%; y en el transporte urbano de pasajeros un 33%.

La demagogia progresista del gobierno de Lifschitz -que anunció que discutirá salario sin poner “ni techo, ni piso”- se agotó rápidamente, cerrando la paritaria por decreto tal cual lo hiciera Macri, en un 16,6%. Es decir en sintonía con el mandato del pacto fiscal firmado por el conjunto de los gobernadores, que como venimos denunciando constituyen una coalición del ajuste, de la cual se sirve el macrismo para emprender su plan de guerra contra los trabajadores.

El gobernador que declaró que “hay que jerarquizar al docente pero no podemos olvidar al resto, los que también laburan y trabajan”, intenta dividir a los trabajadores, a sabiendas de que si ganamos los docentes, el resto de los trabajadores se encontraría en mejores condiciones para luchar por sus propios reclamos.

Como parte de este operativo, además, el gobernador Lifschitz a través de su ministro de Gobierno, Pablo Farías, emprendió por los medios masivos de comunicación y redes sociales una campaña de apriete anunciando el descuento de los días de paro, sumando más puntos en común con los ajustadores Vidal y Macri.

El que calla, otorga…

Pero algo que no puede pasar desapercibido es lo siguiente: si el “monto ínfimo” del 1% al que hace mención Lifschitz, tildando de “caprichosa” la discusión, no lo planteamos los docentes en asambleas y plenarios… ¿quién lo planteó entonces? 

El gobernador, con sus declaraciones, dejó en evidencia a la conducción provincial de Sonia Alesso, en su práctica de negociar a espalda de los docentes. Incluso deslizó en declaraciones que la propuesta salarial en cuestión ya tenía el “visto bueno de los gremios”, pero que estos, debieron reacomodarse por la contundencia de la votación por el rechazo.

Nada de esto fue desmentido o mereció respuesta de algún tipo por parte de la burocracia sindical de Alesso y Cía.

Impulsemos una salida para romper el techo salarial

La provincia es un reguero de conflictos que tienen en común la aplicación del ajuste y la rebaja salarial de parte de los gobiernos del Pacto Fiscal.

Los docentes tenemos que impedir el levantamiento de la lucha, y reclamar fecha para una asamblea provincial que dé continuidad a la rebelión contra el techo salarial.

La deliberación de la base fue la que sostuvo la pelea hasta ahora. Exijamos plenarios de delegados en toda la provincia para discutir nuestro pliego de reclamos, y elegir paritarios con mandato responsables ante asamblea.

La docencia dió muestras de sobra de su disposición a luchar, en las votaciones masivas por el rechazo y las movilizaciones del último martes 27.

Este miércoles 4 de abril movilicemos masivamente para responder de manera contundente a las provocaciones y al ajuste del gobierno de Lifschitz y reclamemos asamblea provincial para continuar nuestra lucha.