El gobierno difundió por whatsapp un instructivo para avanzar en los despidos de los 75 mil contratos del Estado nacional que fueron renovados por 3 meses en diciembre pasado, el próximo lunes 26 de marzo.

Entre las “recomendaciones” se observa: “Comunicarles verbalmente (a los despedidos) que sus contratos no serán renovados. Dar la posibilidad de que se retiren y que incluso no asistan al día siguiente” (El Destape, 19/03). También, no realizar notificaciones formales de RRHH.

En este cuadro, se conoció la renuncia del funcionario Armando Guibert, secretario de Transformación del Estado y Función Pública, encargado del vínculo con los sindicatos (ATE y UPCN) en la paritaria y en la ejecución de los despidos.

El gobierno prepara y organiza centralizadamente el plan de despidos. A los 7.500 de diciembre, siguieron los anuncios de cierres del Inadi, Télam –que incluyó el vallado para evitar la ocupación- y ahora llegó el turno de la Secretaría de Agricultura Familiar: el vocero, Manuel Adorni, anunció que se reducirá de 900 a 90 empleados.

A su vez, insiste en la nueva Ley Ómnibus, la cual incluye la reforma laboral en el Estado: permitirá despedir a la planta permanente de organismos de la Administración Pública Central y de organismos descentralizados, como la AFIP. También cerrar organismos “sin trabas burocráticas”.

Por una asamblea general de estatales para votar un plan de lucha

A esta ofensiva del gobierno de Milei, UPCN acompaña firmando las paritarias y aceptando la necesidad de discutir la reforma laboral. ATE, por su parte, atomiza la lucha: Aguiar, de ATE Nacional, ha convocado a una nueva reunión del Consejo Directivo Nacional para convocar a una nueva simulación de medida de fuerza para ganar algún minuto en los medios. ATE Capital promueve actos por ministerios sin convocar a la base estatal ni organizar medidas de lucha efectivas.

Tribuna Estatal plantea otro método: la convocatoria inmediata a una asamblea general, como las que se convocaban para Memoria y Balance, pero esta vez para resolver un plan de acción escalonado, donde todos los compañeros y compañeras tengamos claridad respecto de nuestra fuerza y de los pasos a seguir. Hay que organizar la huelga y preparar la ocupación simultánea de las dependencias donde haya despidos.

Frente a los despidos masivos, preparemos las ocupaciones

El problema de ocupar y permanecer en los lugares de trabajo se vuelve a plantear como una herramienta elemental de lucha. En Acumar, el tema se debatió en asamblea. Los despidos ocurridos bajo el gobierno de Macri dejaron una importante experiencia que puede ser recuperada.

En Energía, la junta interna Verde y Blanca levantó la toma firmando un acta de paz social con los despedidos afuera. En el Enacom, la junta interna (una alianza de la Verde y la Verde Blanca en ese momento) levantó la permanencia por una mesa de negociación: allí se “rescataron” trabajadores, pero entregando a más de 100 (luego vendrían los retiros voluntarios y los despidos de no afiliados).

El contra punto fue en el INTI, donde la ocupación se extendió por varias semanas, buscó el apoyo popular y, ya con el cambio de gobierno, organizó la comisión de despedidos impulsada por la Junta Interna, conquistada por la Naranja, que logró la reincorporación (“todxs adentro”). Las ocupaciones son necesarias, pero no pueden ser dejadas en mano de la burocracia sindical: las medidas de lucha deben estar organizadas en asambleas.

https://prensaobrera.com/politicas/cien-dias-de-milei-llenando-los-bolsillos-del-gran-capital-y-empobreciendo-trabajadores