La comisión de representantes de los trabajadores de la Río de la Plata ha convocado a asamblea general para el miércoles 12. El propósito es organizar el plan de lucha frente al despido inminente de 21 trabajadores, planteado para el viernes 14 a las 15 horas, fin de la conciliación obligatoria. Asambleas anteriores votaron el paro y la movilización ante el primer intento de despido.

En la Río se juega una batalla crucial. Entre los despedidos se encuentran compañeros de la comisión de representantes, electa por la asamblea que encabezó la destitución de la vieja e inepta comisión interna. El plan de la empresa es, con estos despidos, quebrar toda resistencia a un plan de “tercerización” y flexibilización horaria y laboral, y precipitar esta ofensiva en todo el transporte. La Río de la Plata encabeza uno de los grandes pulpos del transporte (Costera, General Urquiza, Empresa Argentina) y su presidente —uno de los capos de la FATAP— ha hecho una campaña pública en defensa del convenio Fiat-Smata y de su aplicación a todo el transporte.

Esto es lo que está en juego en la lucha de la Río: una victoria de alcances estratégicos contra la patronal negrera y la burocracia.

El PO plantea: inmediato paro activo contra los despidos, congreso abierto de delegados y activistas de la Capital, el conurbano y La Plata, para decidir un plan de lucha frente a los ataques en las líneas y qué hacer frente a las paritarias (según los estatutos de la UTA, este organismo sólo tiene carácter “informativo”, quien decide es la directiva o el superburocrático “congreso”, con representantes electos en las elecciones de cada tantos años).