Sindicales

6/4/2006|940

Se cierra la huelga en Neuquén


En las próximas horas, las asambleas docentes de las distintas localidades votarán una propuesta del gobierno, que pasa las sumas fijas no remunerativas al básico -de 285 a 399 pesos-, otorga una suma fija de 100 pesos bonificable, el pago de los días caídos por medio de una recuperación “consensuada” de las jornadas de clase (hasta ahora no se han descontado) y la continuidad del presentismo. Sobre los otros puntos, el gobierno plantea que la situación de los porteros se trate con ATE (estatales), quebrando su vínculo con los docentes, y no asume compromiso alguno en materia de arreglo de los edificios. En números, un maestro inicial de primaria pasa de 750 a 853,23 pesos, y con diez años de antigüedad, de 986 a 1.063 pesos. En Neuquén el costo de vida supera en un 50%, por lo menos, el costo de vida fuera de la Patagonia.


 


Las asambleas, de acuerdo a las tendencias, votarán esta propuesta. Tribuna Docente ha planteado una contrapropuesta a las seccionales de Plottier, Senillosa y Capital, que consiste en la anulación del presentismo y la integración de esta suma al básico; el pago de los días caídos; la efectividad de los porteros, y el control docente sobre la habilitación de los edificios escolares.


 


Este desenlace fue “preparado” por la burocracia sindical provincial, la cual dejó que la burocracia de Uocra y el gobierno organizaran el ataque al piquete docente en Plaza Huincul; se negó luego a reconstituirlo; y luego propuso una virtual rendición a la golpiza, al proponer la suspensión de todos los cortes.


 


La burocracia provincial (Lista Azul y Blanca, una coalición de centroizquierda con influencia del clero) había fracasado diez días atrás en montar una negociación prácticamente en los mismos términos que ahora (ver PO anterior), lo que llevó a la desactivación del otro piquete clave en las rutas del petróleo, Rincón de los Sauces.


 


Luego de una década de salario básico congelado, sumas fijas no bonificables, premios al presentismo y productividad, depreciación del salario por la inflación, los trabajadores de la educación pusieron en pie una nueva huelga que enfrentó una “santa alianza”: el gobierno nacional, el gobierno provincial y la burocracia de Ctera, unidos en el planteo común del salario de pobreza como “techo” para los docentes y la defensa de la ley (privatista) de financiamiento educativo. La huelga se desenvolvió en un cuadro de crisis política del gobierno Sobisch (que fracasó y comenzó a sufrir la disputa de sus contendientes en el MPN).


 


La huelga arrastró de entrada la limitación de no haber logrado una adhesión masiva y sostenida. Pesaron en esto las duras luchas que terminaron en derrotas en la etapa anterior y los límites de la propia dirección. Frente a esto, el activismo se orientó hacia los cortes, y éstos actuaron como un factor de fortalecimiento de la huelga, así como actuó en la misma dirección la labor de los delegados de distrito en Aten Capital. Los cortes sumaron nuevos contingentes docentes, hicieron crecer la agitación y el paro en las escuelas, y hasta se fundieron con la población, como en Rincón de los Sauces o Añelo. Con la instalación de los piquetes la huelga tendió a convertirse en rebelión popular. El sostenido trabajo de ganar compañeros a la huelga logró, en la última semana, picos de adhesión entre el 70 y 100% en muchas seccionales.


 


Operativo conjunto: quebrar la huelga


 


Porque los cortes amenazaban con dar un salto en la situación de la huelga, el MPN puso a sus punteros en acción para enfrentar a los huelguistas en las escuelas, en los cortes y las movilizaciones. El gobierno y las petroleras armaron una campaña pérfida de desabastecimiento de combustible y lock-outs para crear un clima de enfrentamiento con los docentes, y reclutó para esta campaña a la burocracia sindical.


 


Antes de esto, la dirección de la CTA y ATE le había dado la espalda al llamamiento de la asamblea de la seccional capital por una huelga conjunta.


 


Sacar todas las conclusiones de esta huelga debe llevar, más que nunca, a la organización de una Tribuna Docente de masas frente a los desafíos de la etapa que se abre, y en particular la lucha por la recuperación de Aten (habrá elecciones generales este año).