Sindicales

17/5/1993|391

Se constituyó un Comando de las agrupaciones de izquierda

Hace 15 días, el Plenario de Delegados de Foetra Buenos Aires tomó resoluciones de lucha que luego fueron totalmente deformadas por la Directiva.


El plenario había resuelto una movilización del Sindicato Buenos Aires por los reclamos postergados, en particular el aumento salarial y la estabilidad laboral. Los salarios se encuentran congelados, y a la presión permanente patronal por los “retiros” se ha agregado un trascendido empresario sobre una reducción de personal del 20%.


El sector Montero (CTA) de la Comisión Administrativa (compartida con el sector Varone, ubaldinista, y Esquivel, “62”) ha bajado a los plenarios zonales anunciando que la  movilización sería a Congreso, para realizar un acto con oradores parlamentarios “opositores” y con el centro colocado en la denuncia a los usuarios de la situación empresaria.


Posteriormente, la Directiva publicó un comunicado criticando el contenido de la reforma laboral proyectada por el gobierno. Pero no fijó una posición de repudio del gremio ni planteó un curso de acción, ni un reclamo a la CGT. El comunicado ramataba, en cambio, con una posición ridícula: “Este  es un año electoral y los trabajadores tenemos buena memoria…”.


Pero en el Sindicato hay un reguero de manifestaciones de lucha y reclamos de distintos sectores, contra los atropellos empresarios y avasallmiento de conquistas (Tráfico, Conservación, Construcciones, etc.).


En estas condiciones, un vasto sector de delegados de la izquierda (PO, Mst, Mas, independientes) ha llegado a un acuerdo, constituyendo el Frente Tricolor, para impulsar una línea de lucha. Para la movilización del 20/5 llevará al plenario de delegados previo, propuestas concretas:


1. La reivindicación salarial; que el Sindicato Buenos Aires tome la iniciativa de la lucha por el aumento de emergencia.


2. Contra los proyectos de reforma laboral gubernamentales, reclamar que la CGT haga efectivo el paro de 36 horas.


3.Que la movilización sea encabezada por el plenario de delegados con las banderas del salario y la estabilidad.


4. Que la movilización se realice sobre las empresas y que no sea utilizada como tribuna por diputados opositores.


Con esta política de intervención en la lucha, las corrientes de izquierda sientan las bases para constituirse en polo de organización del activismo y los delegados combativos del gremio. Que debe proyectarse también como un frente que dispute en las próximas elecciones la conducción a la burocracia varone-monterista. Está planteado dirigirse a los delegados que siguen al CTA (Movimiento Encuentro Telefónico) a romper con la política de oportunismo parlamentarista del CTA y sumarse a las filas de la unidad para la lucha.