Sindicales
11/6/2003|824
Se largó la jornada de seis horas.
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En los subterráneos de Buenos Aires se largó con la jornada de 6 horas, un triunfo histórico de los trabajadores.
El 31 de octubre venció el plazo para la aplicación de la nueva jornada horaria, tanto en términos de las resoluciones gubernamentales, como judiciales. Dos jueces rechazaron las apelaciones de la empresa contra la medida.
Cuando una nueva jueza otorgó otra prórroga a Metrovías para la implementación y lo que fue aceptado por la Policía de Trabajo de la Ciudad y por la directiva de la Uta, el cuerpo de delegados consideró que todos los plazos estaban agotados, que la empresa se tomó más de dos semanas para empezar las mínimas medidas de contratación y entrenamiento de nuevo personal, y que los factores de insalubridad siguen actuando sobre los compañeros. Por eso, a partir del sábado 1°, en la totalidad de las líneas y talleres se empezó el cumplimiento de la reducción de la jornada.
Por supuesto que, en este cuadro de absoluta responsabilidad de la patronal, han comenzado los atrasos en el tráfico y otros problemas.
Es que la empresa se ha mostrado sospechosamente perezosa en la implementación del nuevo turno. Habría tomado 150 nuevos trabajadores, pero no han empezado a cumplir funciones. Hay mucho retraso en el entrenamiento de los nuevos conductores y guardas, que vienen principalmente de las boleterías. Algunas máquinas expendedoras de boletos han empezado a funcionar, haciendo pensar que la empresa reemplazaría boleteros. Así y todo, según el cuerpo de delegados un nuevo turno completo requeriría no menos de 400 nombramientos.
En los talleres, por ejemplo, no se incorporó personal, lo que habla de que no está previsto cubrir el mantenimiento para un turno más, lo que afectará la seguridad en los trenes, como ha sido denunciado por los delegados ante los organismos de control.
Toda la política patronal parece dirigirse a presionar por mayores ventajas, en materia de subsidios, aumento del boleto, etc. Tiempo atrás provocó un colapso del tráfico atribuido a las nuevas disposiciones y, hace 15 días el gobierno le aumentó el subsidio a Metrovías.
La empresa, además, provoca a los trabajadores; las promociones internas son arbitrarias, no se respeta la antigüedad y se ha excluido a los delegados y activistas reconocidos. La patronal mantiene su inveterada costumbre de no recibir al cuerpo de delegados, a pesar de ser éste la única autoridad gremial que reconocen los trabajadores.
El programa del cuerpo de delegados es: la aplicación de la insalubridad a las boleterías y los talleres excluidos (Bonifacio y Polvorín); apertura de la paritaria con inclusión de los paritarios del cuerpo de delegados para discutir categorías, dotación de talleres, modalidades de trabajo y otros puntos.