Sindicales

11/3/2004|841

Se realizó el Congreso del Mijd

En el marco de una feroz campaña antipiquetera, se llevó a cabo el XI Congreso nacional del Mijd. Participaron unos 2.000 compañeros que llegaron a la ciudad con trenes y micros financiados con el esfuerzo consciente y militante de sus integrantes.


Concurrieron también delegaciones del Bloque Piquetero y representantes de grupos de izquierda. El Polo Obrero concurrió con una delegación de delegados de ATE, del Sindicato del Pescado y de los desocupados marplatenses; Miguel Vittone participó en representación de la dirección nacional del Polo Obrero. En su saludo a los delegados, Vittone expresó “nuestra preocupación por que todo frente sea de trabajadores, con independencia política respecto de todas las variantes de los partidos capitalistas y que se delimite de las experiencias de la centroizquierda que, en América Latina, claudica ante el imperialismo, como Lula, Tabaré Vázquez y Evo Morales; impulsamos todo frente –ratificó–, que sea un puente para el poder de los trabajadores”.


Resoluciones


Al inicio del plenario se repartió un “memo” con el temario. En el punto relativo a la situación política, se aprobó con mucho festejo y entusiasmo ratificar la oposición al gobierno de Kirchner; el mismo entusiasmo se notó al aprobar el plan de lucha y la defensa de los cortes de ruta y de la movilización de masas, del tipo del 19 y 20 de diciembre.


También se aprobó formar un frente político opositor y postular a Castells como candidato a presidente. Los más entusiastas ante esto fueron Convergencia Socialista y los diputados del Movimiento Pueblo Libre (ex zamoristas), que pasaron a constituir la Mesa del frente. Según Convergencia, el frente debe ser “clasista, democrático y antiimperialista”, en tanto que para el MPL debe ser “un frente amplio de oposición”. Castells se limitó a plantear que no debe ser “un frente trotskista del 2%”.


Una propuesta del programa de Convergencia plantea cuatro puntos: no al acuerdo con el FMI; aumento de salarios, planes y jubilaciones; anulación de todas las leyes de flexibilización laboral; abajo el nuevo Presupuesto y el sabotaje bancario, que ese dinero se destine a la creación de empleo genuino; esclarecimiento del atentado del 20 de diciembre; libertad y desprocesamiento a todos los luchadores. Este programa contrasta con el de la ANT, que plantea la transformación del régimen político y social sobre nuevas bases y presenta un pliego de reivindicaciones transitorias.


La propuesta de Convergencia no toma posición frente a las experiencias izquierdistas democratizantes en Uruguay, Brasil, Bolivia, y tampoco se delimita de la CTA o de los “jóvenes K”.


La próxima Asamblea Nacional de Trabajadores debatirá estos planteos, así como también el de la “desobediencia impositiva”, el cual aparece como inviable porque la población está obligada a consumir. Lamentablemente, no se debatió el tema de un frente único como la ANT, a pesar de que figuraba en el orden del día.


La presencia de Nito Artaza en el Congreso es un síntoma del empantanamiento político del actor, que se encuentra, con la UCR, ubicado a la derecha del escenario político.