Sindicales

6/12/2000|691

Se refunda la Conadu Histórica

El 25 y 26 de noviembre, en la Facultad de Artes de Tucumán, se realizó el Congreso Extraordinario de las Asociaciones de Base de Conadu.


Más de 60 delegados pertenecientes a 20 asociaciones de todo el país concurrieron a la convocatoria realizada por la Mesa Coordinadora de las Asociaciones de Base, que se constituyera en oposición a lo que el Congreso denominó “la Conadu de Flamarique”, digitada por un interventor del Ministerio de Trabajo.


Maniatar y destruir el sindicato docente universitario nacido de la gran huelga del ’87 ha sido un objetivo codiciado por los distintos gobiernos ‘democráticos’ y los partidos del régimen, que encontraron en el sindicato un obstáculo para las políticas privatizadoras que les dicta el Banco Mundial.


Bajo el menemismo, el Ministerio de Trabajo aliado a Shuberoff y a personeros de la Alianza intentó digitar un gremio adicto en la gran Universidad de Buenos Aires. La maniobra fue liquidada por el activismo y las gremiales de base que constituyeron la AGD-UBA, la cual se puso al frente de todas las luchas y borró al engendro oficialista de todas las facultades.


Ya bajo el gobierno de la Alianza, ese mismo grupejo de personeros, varios de los cuales pasaron a ser destacados funcionarios en diferentes ministerios, promovió la intervención a la Federación (Conadu) por el Ministerio de Trabajo. El interventor nombrado por Flamarique, un abogado patronal asesor de Shuberoff, profusamente ‘ayudado’ por las arcas del rectorado, convocó en octubre a un “Congreso normalizador” al que sólo asistieron ‘dirigentes’ de 6 asociaciones. Allí se volvió a digitar una conducción ‘reconocida’ con la que esperaban subordinar a las demás asociaciones. A ese juego se prestaron no sólo personeros aliancistas, sino también un integrante del Mst (el ‘Gato’ Gómez, Córdoba).


Frente al intento oficialista, desde principios de año, la mayoría de las asociaciones de Conadu se agruparon en la Mesa Coordinadora, que repudió el Congreso de Flamarique y tomó en sus manos la unificación de las luchas docentes por el presupuesto, el aumento salarial y el incentivo para los preuniversitarios, protagonizando importantes huelgas y movilizaciones.


El Congreso


Al momento de convocarse al Congreso ya no cabían dudas sobre la representatividad conquistada por la Mesa Coordinadora, que fue incorporando a los remisos (Corriente Protagonismo y Lucha-Ptp) y a algunas asociaciones que quedaron expectantes, al mismo tiempo que se promovía una renovación e irrupción de sectores combativos en otras.


Este proceso se vio reforzado en Tucumán con la incorporación de los gremios de Salta, Jujuy y Santiago del Estero. Con ello todo el movimiento que protagonizó las luchas de este último período se sumó a la reconstrucción de Conadu.


Cabe señalar, sin embargo, la ausencia en Tucumán de la corriente y los nucleamientos que responden a Izquierda Unida, quienes después de haber acompañado a la Conadu colaboracionista, se pronunciaron contra la intervención, pero siguen sin aparecer en el campo del sindicalismo universitario independiente del gobierno. Es un reclamo elemental: que Izquierda Unida se pronuncie ante la convocatoria de Tucumán y delimite su posición con relación a la conducta colaboracionista de sus afiliados (Córdoba, etc.).


El Congreso centró sus deliberaciones y resoluciones en la reconstrucción de la organización nacional de los docentes universitarios sobre una base de independencia del Estado, la puesta en pie del programa reivindicativo histórico de la Conadu y la soberanía de las asambleas de base y sus mandatos.


El Congreso resolvió refundar la Conadu histórica como continuidad del movimiento huelguístico de 1987; rechazo a toda injerencia del Estado y de los rectores en la organización gremial, y la delimitación de los dirigentes amarillos; girar a todas las Asociaciones de Base el debate de sus estatutos; colocar al salario, el nomenclador y la carrera docente como el centro de su accionar.


El plenario resolvió constituir una Mesa Coordinadora Nacional y una Junta Promotora integrada por todos los secretarios generales de las asociaciones a las que se mandató para organizar un nuevo congreso el 1º de abril del 2001, y dirigiéndose públicamente a las asociaciones aún no presentes y a todos los docentes del país.


El Congreso ratificó el Plan de Lucha. Encomendó a la Mesa Coordinadora la preparación de la huelga nacional con el no inicio de clases el año próximo convocando al movimiento estudiantil y a los gremios no docentes a la acción común contra los nuevos recortes del presupuesto 2001, los ‘paquetazos’ y el arancelamiento, y reclamó un nuevo paro nacional al MTA y la CTA.


La firme preparación del plan de lucha en los meses de verano permitirá la consolidación de este importante paso dado por los docentes universitarios del país.