Sindicales
16/3/2023|1664
Se reúnen los enterradores del salario mínimo
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En el centro, la ministra de Trabajo, "Kelly" Olmos
El próximo martes 21, a pocos días de conocerse el “mazazo” de la inflación de febrero (“la peor en 32 años”), se reunirá el Consejo del Salario Mínimo, del que participan el Ministerio de Trabajo, la CGT, ambas CTA, la UIA y otras cámaras empresarias.
El gobierno insistirá con la “pauta” propuesta por Sergio Massa -que es la que se viene imponiendo en numerosas paritarias, como UTA, estatales, estacioneros y otras: un “aumento” semestral del orden del 30% en cuotas, con una revisión en setiembre u octubre. Cuando la proyección anual ya supera el 100% y muchos economistas advierten un panorama más negro para el resto del año.
La cuestión del SMVM tiene un alto impacto político y económico. Incide en el universo de trabajadores informales, en el cálculo de las jubilaciones y algunas prestaciones sociales y, sobre todo, en los planes Potenciar Trabajo, hoy en el centro de la ofensiva del gobierno y la burguesía contra los trabajadores.
La baja de planes es un aspecto del ajuste. La agenda oficial incluye una reducción aún mayor de los montos que se perciben, por la vía de “desengancharlos” del SMVM (se cobra la mitad de esa cifra).
El ahorro fiscal que implicaría esta medida coincide con el reclamo de las patronales, sobre todo del campo, para superexplotar trabajadores por dos mangos. La burguesía rechaza la función que cumple el plan social como una suerte de piso salarial (¡medio salario mínimo!); es decir que pretenden pagar incluso menos que eso.
En un reciente reportaje, “Paco” Manrique, secretario adjunto del Smata, afirmó que “no se puede tener un salario mínimo debajo de la línea de la pobreza” y que “tiene que estar en 170 o 180 mil pesos”. Una declaración fuerte, viniendo de un referente del Frente Sindical moyanista.
El tema se aclara a renglón seguido, ya que Manrique también “remarcó la importancia de despegarlo del cálculo de los planes sociales”. O sea, que su afirmación es demagogia para encubrir el ataque a los desocupados. Pero, tal vez, Manrique no advierte que otra disposición establece que la jubilación mínima debe alcanzar el 82% del SMVM. ¿También querrá desenganchar las jubilaciones el mecánico?
En la misma dirección, hace unos meses, la ministra de Trabajo Kelly Olmos asumió en un encuentro con empresarios el compromiso de “desligar el salario mínimo de los planes sociales” y prometió “una instancia en donde el gobierno y las organizaciones discutirán el salario social”. Podría ser la oportunidad para reunir al Consejo de la Economía Popular. Toloza Paz, sin embargo, desmintió que el “desenganche” sea parte de la agenda de esta convocatoria. Pero es claro que es un problema de oportunidad.
La defensa del salario mínimo, llevado por macristas y kirchneristas a la línea de indigencia, es un punto programático central del movimiento obrero y ha sido, en los últimos años, un factor de confluencia de los movimientos de lucha piqueteros y el sindicalismo combativo. Rechacemos el desenganche y a movilizarnos por 180.000 pesos de mínimo, como reclama la Unidad Piquetera.
https://prensaobrera.com/politicas/el-nuevo-acuerdo-entre-el-gobierno-y-el-fmi-implica-mas-ajuste-contra-los-trabajadores