Sindicales

18/3/2010|1120

Sectarismo y barbarie

La benevolencia del Nuevo Mas con la burocracia de la UTPBA se convierte en agresión faccional cuando se trata de La Naranja Gráfica, una agrupación clasista a la cual acusan nada menos que de cómplice de la burocracia ongarista. Aseguran, sin pestañear, que se mantuvo en silencio frente al desguace de la planta de gráficos en Crónica. Se trata de una calumnia, porque aun sin una responsabilidad dirigente en la empresa realizó una agitación muy fuerte en la misma y en los talleres: sacó dos volantes sobre el conflicto, difundió la lucha en su boletín y acompañó las movilizaciones de prensa. Este ataque busca ocultar la permanente política divisionista de sus direcciones sindicales -uno de los principales problemas de los trabajadores gráficos (y de los de prensa) de Crónica.