Lunes, 12 hs: Marcelo Saravia hace declaraciones a todos los medios como vocero de la Comisión de Desocupados que se acaba de formar en asamblea. 12:30 hs: Marcelo Saravia es secuestrado por dos móviles policiales a trescientos metros del lugar de la asamblea.

Miércoles 19, 12:30 hs: Se desconcentran los desocupados luego de haber sido cercados y provocados por cientos de policías toda la mañana. La policía detiene el colectivo de línea donde viajaba la dirigente del Partido Obrero Cristina Foffani; se lo pretende desviar y llevar a todo el pasaje a la comisaría. Finalmente la hacen bajar del colectivo y Cristina es llevada detenida sin exhibir orden alguna.

Simultáneamente son detenidos los compañeros Copa y Lozano.

A mediodía y hasta la noche se producen seguimientos y amenazas de policías de civil en los domicilios de cuatro compañeros miembros de la Comisión.

En todos los casos la imputación a los detenidos es “instigación a cometer delito”, cuando en el lugar de la asamblea lo único que había ocurrido era el desarrollo de una masiva y combativa deliberación obrera.

Todo esto se produce al tiempo que más de cien trabajadores están encausados por los cortes de ruta en todo el territorio provincial, en el último período.

La respuesta popular a este estado policial ya había sido contundente con la pueblada de Tartagal-Mosconi y ha vuelto a serlo esta semana, ya que ante la primera detención se realizó una concentración frente al juzgado donde estaba detenido Marcelo Saravia y se realizaron numerosas denuncias públicas que ocuparon ampliamente los medios de difusión.

Se ha instalado públicamente la exigencia del cierre de las causas abiertas y se prepara una demanda contra los responsables de la represión, tanto policías como funcionarios políticos.