Sindicales

5/12/2002|783

Semana piquetera en el Sindicato del Pescado

Luego del contundente Paro General en demanda de un aumento salarial, contra la inclusión de Jefes y Jefas de Familia a las plantas y por el cese del trabajo en negro, la multiplicación de conflictos fabriles y las nutridas asambleas generales resolvieron la profundización del plan de lucha.


El motor de la radicalización obrera es la negativa de la Cámara Fresquera a otorgar un nuevo aumento salarial, a pesar de haber triplicado sus ganancias en pesos y aumentado su volumen de exportación. En el caso de las conservas (donde también se anuncia una reactivación, por la ausencia de importación), la patronal aspira a recambiar personal para desconocer conquistas convencionales.


Es así que por distintas razones una serie de fábricas tanto fresqueras como de conservas, empezaron a realizar quites de colaboración. En el caso de las conservas, el reglamento indica envasar una caja de 30 latas por hora, cuando las compañeras hacen más de cien. La patronal de Copeca y Campagnola, respondió con suspensiones.


Frente a esto el Soip, con el acompañamiento de todos los obreros conserveros, aún de las fábricas que no sufrieron suspensiones, organizó masivos piquetes. La acción obrera evitó cualquier intento de reemplazar el personal por carneros y marcharon a la casa del gerente de la Cámara Patronal.


Al día siguiente el Ministerio convocó a ambas partes a una audiencia de conciliación, amenazando con dictar la obligatoria, pero el Soip, contra lo que se estila, concurrió con gruesas columnas que bloquearon el centro durante los dos días que duraron las negociaciones.


Es así que el Ministerio desistió de dictar la conciliación obligatoria. En su trayecto la directiva del Soip se entrevistó con el intendente, para advertirle que la avaricia de los pulpos de la pesca no solo amenaza con la paralización de la industria sino que puede llegar a arruinar la temporada turística.


Por la tarde se realizó una asamblea que resolvió un paro general para el jueves 28.


Mediante esta verdadera demostración de fuerza, consistente en una semana piquetera de punta a punta, los obreros del pescado buscan superar “la oferta” de un 10% de aumento y abrir una ronda de negociaciones para discutir el blanqueo de los trabajadores en negro.


Este ascenso del gremio del pescado no sólo se debe a la expansión de la industria sino a la actitud de la nueva directiva de ponerse al frente de todos los conflictos.