Sindicales

11/10/2007|1013

Sergio Taselli: El identikit de la “burguesía nacional”


Sergio Taselli mantiene en la misma condición que Parmalat, paralizados, los frigoríficos Santa Elena y Villa Ruiz, y la planta de jugos Sacic. Es el hombre que “ganó” la privatización subsidiada de Yacimientos Carboníferos Fiscales, bajo la protección del entonces gobernador de Santa Cruz, NK. Se hizo cargo de la mina con 5.000 trabajadores, la dejó con 1.000 y tiene responsabilidad no investigada en la muerte de los mineros de Río Turbio.


Sergio Taselli es el hombre que llevó al colapso el servicio del FC Metropolitano, luego de recibir dos pesos de subsidio por cada uno que recaudaba en la boletería, lo que explica que su grupo haya tenido ganancias crecientes en 2005, 2006 y 2007, en medio de los vaciamientos. ”Podría pensarse que es un empresario agobiado por los problemas. Pero los números dicen otra cosa: su grupo facturó cerca de 800 millones en 2005, y 900 millones de pesos (12,5%) más a lo largo de 2006” (Fortuna, 18/5).


Cualquiera puede darse cuenta que un hombre con este prontuario debería tener los libros abiertos por una comisión investigadora electa por los trabajadores que han sido sus víctimas, y estar entre rejas; pero comparte el mismo destino venturoso que otros hombres de la burguesía “nacional” que son la expresión de una clase parasitaria e históricamente agotada. Sobre la naturaleza “productiva” de esta burguesía habla la catarata de subsidios (18.000 millones de pesos al año) o los rescates con fondos del Estado que salvaron a los propios pulpos lácteos -a La Serenísima bajo la dictadura militar, o a SanCor con este gobierno. Según la reciente denuncia de un ex titular del Banco Central, “de los 56.000 millones de dólares que ajustan por CER sólo 15.000 millones pertenecen a extranjeros. El resto está en poder de bancos, AFJP o individuos radicados en el país. Es decir: tres de cada cuatro de estos bonos están en manos de argentinos” (La Nación, 1/10).


Fuera Taselli, estatización sin pago de Parmalat bajo control de sus trabajadores. Convirtamos estas consignas en punta de lanza de un movimiento popular.