Sindicales

20/12/2018

Siam: los trabajadores luchan tenazmente, la patronal echa lastre

Hoy cortaron nuevamente el Puente Pueyrredón.

Las y los trabajadores de la metalúrgica Siam llevaron adelante esta mañana un nuevo corte del Puente Pueyrredón, como parte de una lucha que lleva ya más de un mes por la reincorporación de más de 20 despedidos.


En la última audiencia por el conflicto, antes de finalizar la conciliación obligatoria, la patronal ofreció la reincorporación de siete de ellos y el 150% de indemnización para aquellos despedidos que “acepten voluntariamente” la desvinculación. Para imponer esta maniobra, y sabiendo que necesitaba margen de maniobra y el auxilio de la UOM, la empresa reclamó una “paz social”. Al escribir este artículo, las reincorporaciones comenzaban a efectivizarse.


La primera conclusión es que la patronal se vio obligada a esta maniobra como resultado de la tenaz lucha que vienen dando los compañeros despedidos y la enorme solidaridad que rodea al conflicto.




Sin embargo, hay que señalar que se trata de un lastre que la patronal está dispuesta a echar para imponer su política de fondo: profundizar la flexibilidad laboral en la planta. Para dimensionar este aspecto es fundamental tener en cuenta un factor: la fábrica está intervenida por la UOM y no tiene delegados desde hace más de un año. En este escenario, las reincorporaciones parciales apuntan a dejar afuera a los principales referentes y organizadores de la lucha. La planta sin comisión interna y desplazado el activismo que se puso al frente de la lucha contra los despidos, es la cuenta que saca la patronal.


El rol de la UOM


La dirección sindical dejó al colectivo obrero sin representación de base por más de un año, como una “zona liberada” para que la patronal largue una fuerte ofensiva -que, pese a la orfandad sindical, los trabajadores enfrentaron permanentemente. Las reincorporaciones y ajustes en las liquidaciones fueron logrados con los métodos de la asamblea autoconvocada y la acción directa. Contra esta resistencia apuntan los despidos actuales.


El conflicto actual está llegando tan lejos como lo permite el empuje y la tenacidad de los despedidos, el principal límite lo impone la UOM. El sindicato viene realizando asambleas, sin la participación de los despedidos, en las que cumple el rol de vocero patronal, militando la campaña que lanzó el grupo empresario según la cual los despedidos querrían cerrar la planta -cuando se trata de enterrar las luchas la burocracia sindical no tiene límites. Lo que tendría que decir la Uom es que es la empresa la que no está interesada en producir: hace tiempo se está reconvirtiendo en importadora. En la última asamblea, los asesores gremiales defendieron a capa y espada  la “paz social” pedida por la empresa -o sea, garantizaron no realizar medidas de lucha contra los despidos. Al fin y cabo, reproducen en Siam la orientación que llevan adelante en todo el gremio, con el saldo de miles de puestos de trabajo perdidos sin respuesta por parte de la dirección sindical.


Lo que debería hacer una dirección que defienda los intereses de los trabajadores, en primer lugar, es convocar a una asamblea general en planta con la participación de todos los trabajadores y garantizar el paro hasta la reincorporación de los despedidos como primer paso de un plan de lucha. La UOM cuenta con los recursos para hacerlo. Debería además convocar un plenario de delegados con mandato para resolver un plan de lucha frente a los despidos que azotan el gremio. Lejos de todo esto, la seccional está operando para cerrar el conflicto en los términos que propone la patronal.


El gobierno y su secretaría de Trabajo han tenido como rol reprimir y dilatar el conflicto, en complicidad total con la empresa. La gobernadora María Eugenia Vidal nunca emitió palabra sobre el acuerdo que rompió el grupo Newsam que lidera Rubén Cherñajovsky,  que era ampliar la planta a 600 obreros a cambio de la cesión de los terrenos. Lejos de ello la empresa despide masivamente, persigue luchadores y se transforma en importadora a costa de los puestos de trabajo.


Las luchas por abajo


Siam, Interpack, aeronáuticos, marcan el camino a todo el movimiento obrero. Los métodos de la acción directa y la democracia sindical son la contracara de una burocracia sindical comprometida hasta los tuétanos con el ajuste y las patronales. La reciente victoria de una interna clasista y combativa en el Inti, tras la enorme lucha con ocupación, demuestra que las batallas de los trabajadores, independientemente de sus resultados, marcan a fuego la conciencia de la clase obrera.


Se impone apoyar incondicionalmente todas y cada una de las luchas en curso. Viva la lucha de Siam. Reincorporación de todos los despedidos. Por una nueva dirección del movimiento obrero.